Gerney Ríos González
Cuando recorríamos los fines de semana con el economista, escritor y académico grancolombiano, Gustavo Pérez Ángel, las ciudades de Guaduas, La Dorada, Honda, Mariquita, Armero, Ambalema, Ibagué, El Espinal y Girardot, tres departamentos, Caldas, Tolima y Cundinamarca, unidos por la educación solidaria, sin costo, mi copiloto de viaje al ver el entorno inmediato, afirmaba: “Ahora, cuando veo las carrileras abandonadas, a la vera del camino, siento nostalgia por lo que el tren se llevó consigo”.
El profesor Gustavo Pérez, se nos adelantó, ahora está al lado del Creador. Sigo en lo mismo, un terrícola que persevera y prospecta en la articulación de una sociedad ávida de conocimientos, recordando su reto: “revivamos el tren e integremos las vocaciones geologísticas y estratégicas de Colombia con el mundo. Socialicemos la Cátedra Ferroviaria con nuestros análisis y apliquemos el principio del senador romano, Cayo Tito, verba volan scripta manent, las palabras vuelan, lo escrito queda, fundamentado en pensar como personas de acción y actuar como personas de pensamiento”.
El título destaca la participación de los diferentes movimientos políticos que gobernaron a Colombia durante el siglo que asumió el reto de construir 4.444 kilómetros de carrileras a lo largo y ancho de Colombia. Resalta a los edificadores de los seis períodos pasados y la propuesta del gobierno de Gustavo Petro Urrego, 2022-2026.
En primer lugar, el Radicalismo, rotulado el “olimpo radical” que gobernó a los Estados Unidos de Colombia de 1863 a 1885, periodo dominado por los liberales, movimiento que cubrió la apertura de los ferrocarriles. Sin embargo, a causa de las imprecisiones políticas, característica de la época, determina atribuir el despegue de la puesta en marcha del “caballo de hierro” a ese colectivo, con presidentes que solo duraban en el ejercicio del poder dos años, con casos excepcionales por la fuerza de los acontecimientos: Tomás Cipriano de Mosquera y Arboleda, José de los Santos Gutiérrez Prieto Boada Corredor, Eustorgio Salgar Moreno Salazar, Manuel Murillo Toro, Santiago Pérez Manosalva, José Bonifacio Aquileo Elías Parra Gómez, Julián Trujillo Largacha, Rafael Wenceslao Núñez Moledo y José Eusebio Otálora Martínez.
Tomás Cipriano de Mosquera y Arboleda, en su primer periodo, presidente provisional y de facto del 18 de julio de 1861 a 4 de febrero de 1863, convirtiéndose en el último mandatario de la Confederación Granadina y primer presidente de los Estados Unidos de Colombia del 4 de febrero al 10 de febrero de 1863. Jefe de Estado en su tercera primacía del 29 de febrero a 1 de abril de 1864. Posteriormente elegido democráticamente del 20 de mayo de 1866 al 12 de mayo de 1867, derrocado por el general Manuel de los Santos Acosta Castillo, creador de la Universidad Nacional de Colombia, el 22 de septiembre de 1867 e impulsador de la navegación fluvial.
José de los Santos Gutiérrez Prieto Boada Corredor, presidente de abril de 1868 a abril de 1870, nacido en El Cocuy, Boyacá, dio apertura a la navegación por el rio Magdalena, en el corregimiento de Méndez en Armero-Tolima, amplió la red de telefonía nacional, estructuró una red telegráfipara construir el Canal de Panamá. Despechado le declaró la guerra al Reino de Bélgica porque cuando realizaba sus estudios de jurisprudencia en la Universidad de Lovaina, se enamoró de la joven belga Josefina, quien presionada por sus padres no aceptó contraer nupcias con Santos Gutiérrez. El 28 de mayo de 1988 a instancias del periódico El Integrador Andino, se firmó un armisticio entre el gobernador del departamento de Boyacá, Carlos Eduardo Vargas Rubiano y el entonces embajador de Bélgica Willy Stevens, con los buenos oficios del Reino de Marruecos. Cuento rosa.