

Bogotá, agosto de 2025. News Press Service. El ministro de hacienda, Germán Ávila Plazas acudió a un encuentro con la intención de responder a las inquietudes planteadas por los congresistas, y explicó que no se trata de una reforma para una coyuntura o para atender una problemática de corto plazo.
“Por eso, su proyección estratégica esta vista en un horizonte de largo plazo y propone una transformación estructural del sistema. Hoy en día, existe un gran problema en el sistema de salud y lo que pretende el gobierno es buscar una solución definitiva a un problema, que, de resolverse, conduciría a que estas reuniones que hacemos en la comisión del congreso se repitieran consuetudinariamente, variando las cifras de una situación evidentemente crítica, y que requiere de una solución.
Los esfuerzos financieros por parte del gobierno para atender la problemática se han incrementado, pero el modelo en el que se desarrolla el sistema, los recursos resultarían siempre insuficientes, como un hueco permanente”.
El ministro también reconoció que existe un problema fiscal en el país, y razones que explican la brecha que hay que resolver.

Por lo cual, en una perspectiva de estabilización se incluye una ley de financiamiento que exige unos ajustes importantes en materia tributaria en el país.
El ministro Germán Ávila explicó que, en los próximos años, el costo del sistema crecerá de forma sostenida en la próxima década. Para 2027 se proyecta un gasto de $114,8 billones, el cual aumentará a $191,7 billones, que representan al 7,28 % del PIB, en el año 2036.
Estas proyecciones están sustentadas en la disponibilidad de ingresos provenientes de tres fuentes principalmente: Del aporte de la Nación, con un crecimiento promedio del 8,13%; de las cotizaciones de los afiliados, que aumentarán en un 2,87 %, y del Sistema General de Participaciones en Salud (SGP), con un aumento previsto del 4,3 %.
De acuerdo con el análisis presentado por Leonardo Pazos, viceministerio Técnico del Ministerio de Hacienda, estos recursos serían suficientes, debido a la adición de impuestos saludables, lo que permite financiar los costos operativos del sistema como aquellos derivados de la implementación gradual de la reforma.
Para el primer año de operación, el Ministerio de Hacienda estima que el presupuesto nacional destinará $109,9 billones a la reforma sanitaria; de los cuales $105 billones financiarán los gastos directos por servicios de salud, desde la atención primaria, niveles de mediana y alta complejidad, hasta el fortalecimiento de la red pública hospitalaria a nivel nacional, prestaciones, becas de formación, atención a migrantes irregulares y saneamiento de deudas hospitalarias.
Además, se suman $2 billones en gastos indirectos, para el saneamiento financiero de las empresas estatales de salud durante los primeros cinco años, y $1,9 billones para gastos de gestión, vinculados a la operación administrativa y supervisión del sistema.
Entre los cambios previstos en la reforma, está la sustitución del actual Sistema General de Seguridad Social (SGSS) por un modelo de Aseguramiento Social en Salud, con énfasis en atención primaria, preventiva y predictiva.
Las actuales Entidades Promotoras de Salud (EPS) pasarán a ser Gestoras de Salud y Vida, con la misión de coordinar las Redes Integrales e Integradas de Servicios de Salud (RIISS) en todo el territorio nacional.
La Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) operará como un pagador único del sistema, teniendo entre sus misiones la administración de los recursos, supervisar el gasto y contratar auditorías de manera periódica, ello bajo un sistema público de vigilancia y monitoreo.
Para ello, la creación de un Sistema Público Unificado e Interoperable de Información en Salud (SPUIIS) permitirá que las transacciones financieras y asistenciales en todo el país cuentan con garantías de ejecución oportunas y de transparencia administrativa. Este proceso se desarrollará en dos etapas, y priorizará los territorios con menor conectividad, mayores dificultades estructurales y donde la exclusión ha sido histórica.