

Bogotá, agosto de 2025. News Press Service. El concejal Julián Espinosa advirtió que el proyecto de reforma tributaria presentado por el alcalde Carlos Fernando Galán en el Concejo de Bogotá representa un duro golpe para los comerciantes de la ciudad, en un contexto en el que el Gobierno Nacional, bajo el presidente Gustavo Petro, también radicó una nueva reforma tributaria en el Congreso.
Espinosa señaló que la iniciativa distrital busca recaudar 1,26 billones de pesos anuales, lo que, terminará afectando directamente a empresarios, comerciantes y consumidores, mientras favorece únicamente a unos pocos sectores privilegiados.
Según explicó el cabildante, el verdadero eje de la reforma es el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), con el cual la administración propone pasar de 13 a 4 tarifas bajo el argumento de simplificar el sistema. Sin embargo, esta supuesta simplificación esconde lo esencial: un incremento masivo en la carga tributaria de los comerciantes.

Actualmente Bogotá recauda 5,79 billones por este concepto y con la reforma se pretende subir a 6,5 billones, es decir, casi 800 mil millones adicionales. Actividades como la venta de motos y vehículos subirían del 6,9 al 11 por mil; servicios como peluquerías, del 9,6 al 11 por mil; bares, restaurantes y comercio de bebidas alcohólicas y tabaco, al 21 por mil; al igual que las entidades financieras.
Una de las mayores preocupaciones es que los derivados del petróleo también tendrían una tarifa de 21 por mil, sin que haya claridad sobre si incluye aceites, aditivos y otros insumos de alto consumo por parte de los bogotanos. “La Alcaldía pretende pasar de 13 a 4 tarifas del impuesto de industria y comercio bajo el argumento de simplificar el sistema”, puntualizó.
El concejal advirtió, además, que esta reforma no se limita al ICA. También contempla cambios en el impuesto predial que significarían 113 mil millones de pesos adicionales, principalmente para predios comerciales e industriales, así como la creación de un nuevo impuesto de alumbrado público con el que se recaudarían 370 mil millones de pesos al año.
Este último recaería sobre los estratos 4, 5 y 6 en viviendas, y especialmente sobre comercios e industrias. “Este impuesto ya lo habíamos rechazado en el Plan de Desarrollo y ahora la administración lo trae de nuevo disfrazado”, aseguró.
Espinosa cuestionó igualmente los alivios tributarios presentados por la Alcaldía, al señalar que están mal diseñados.
El Distrito dejaría de recaudar 140 mil millones de pesos para beneficiar inversiones únicamente en Engativá y Fontibón, las zonas aeroportuarias, mientras la mayoría de comerciantes y servicios recibirían más impuestos. “El problema es claro: este proyecto beneficia a grandes constructoras y empresas que ya concentran el desarrollo económico de la ciudad, mientras se abandonan más de 20 zonas que sí requieren inversión y empleo, como el Eje Tintal, el 20 de Julio, el Borde Usme, Puente Aranda o Las Ferias”, enfatizó.
Finalmente, el concejal fue enfático en señalar que esta no es una política de incentivos para generar empleo, sino una reforma tributaria que recae sobre los hombros de la mayoría y al mismo tiempo entrega beneficios a unos pocos. “Como ponente, mi posición es clara: vamos a dar este debate de frente, con argumentos, y le exigiremos a la administración que corrija un proyecto que hoy está más cerca del modelo de Petro, castigando al sector productivo, que de una verdadera estrategia para atraer inversión y generar empleo en Bogotá”, concluyó