

Por Alberto Restan Hincapié
Bogotá, agosto de 2025. News Press Service. Nicolás Maduro y Diosdado Cabello serían las cabezas que controlan el Cartel de los Soles, una compleja red criminal que se aprovecha de la corrupción estatal y de los militares comprados para el régimen para distribuir drogas hacia Europa y Estados Unidos.
En la ya compleja ecuación se suman las aparentes alianzas de esa dictadura con grupos armados ilegales colombianos como el ELN

La Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, el pasado 25 de julio, anunció sanciones contra el denominado Cartel de los Soles y afirmó que esa red ilegal tendría tejidas alianzas con el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa.
Las sanciones son de tipo económico y fueron impuestas a Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del régimen venezolano.
En la práctica, las sanciones económicas son poco efectivas. Varios de los perseguidos ya tenían bloqueado su acceso al sistema financiero norteamericano.
Ahora, Estados Unidos desplegó su poderío militar en el Caribe para tratar de interceptar los narcóticos que son enviados desde América del Sur.
De acuerdo con InSight Crime, portal especializado en crimen organizado, el Cartel de los Soles se asemeja a una red de corrupción en el que políticos y militares se benefician de los acuerdos con narcotraficantes.
“Si bien los funcionarios no participan directamente en los envíos de droga, en algunos casos se han utilizado vehículos militares para transportar cargamentos.
Regularmente, estos funcionarios han usado su rol institucional para proteger a los traficantes de posibles arrestos y asegurar el paso de cargamentos por determinados territorios”, apuntó el portal.
Maduro, para mantener fiel a sus militares y evitar que se levanten en su contra, permitiría que sus hombres estén inmiscuidos en la compleja red. La remoción de funcionarios no tendría ningún efecto sobre el funcionamiento del cartel.
En la ecuación también entran las guerrillas colombianas. El ELN tiene presencia probada en los estados venezolanos de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas. EL COLOMBIANO ya contó que algunos funcionarios venezolanos les han entregado control de algunas minas de oro artesanal a esos ilegales.
Las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas funcionarían como una especie de proveedor de armas y logística al ELN quienes, a su vez, garantizan el control poblacional y de los cultivos ilícitos.
“Venezuela se ha convertido en un estado narco-terrorista que sigue colaborando con las Farc y el ELN para enviar cantidades récord de cocaína desde Venezuela y Colombia hacia los carteles mexicanos, que continúan ingresando a Estados Unidos en volúmenes sin precedentes”, había dicho el director de la DEA, Terry Cole.