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Banco de La República
La crisis sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19 obligó a que se adoptaran medidas para ralentizar el avance de la enfermedad, las cuales afectaron no solo las decisiones de las empresas sobre la planta de personal, sino también las decisiones de los trabajadores sobre su participación en el mercado laboral.
Lo anterior, aunado a la incertidumbre que en ese momento se tenía sobre la duración de la pandemia y su efecto en la productividad laboral, pudo crear incentivos para acelerar la automatización de puestos de trabajo, esto es, la sustitución de empleo por alguna forma de capital. La literatura especializada sugiere que en países desarrollados este pudo ser el caso.
En un artículo que se publicará próximamente en el Journal of Human Capital, investigadores del Banco de la República estudian si la pandemia aceleró el proceso de automatización laboral en Colombia.
Para ello, se adapta un índice que mide qué tan automatizables son las tareas que se desempeñan en las distintas ocupaciones, con el fin de analizar si el comportamiento de la demanda laboral varió entre ocupaciones con distintos potenciales de automatización.
Como medida de la demanda laboral, los autores usan el número de vacantes registradas en el Servicio Público de Empleo y el empleo asalariado de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE.
El índice de automatización promedio en Colombia para 9 categorías de se puede apreciar, tiene ocupaciones en categorías como elementales, operadores de maquinaria y apoyo administrativo, presentan una mayor probabilidad de ser automatizadas, frente a categorías como las de directores y gerentes o profesionales.
Dentro de las ocupaciones más automatizables se encuentran, por ejemplo, ocupaciones tales como la mensajería, obreros y peones de carga, telefonistas, cajeros de bancos y empleados de ventanillas, entre otros.
El estudio señala que entre 2019 y 2021 la proporción de vacantes para profesionales y técnicos fue en aumento, mientras que la proporción de ocupaciones elementales y de apoyo administrativo se redujo.
Esto ocurrió al tiempo que aumentó de manera importante la inversión en maquinaria y equipo. Lo anterior, permite intuir una posible aceleración de la automatización.
Los autores comprueban empíricamente esta hipótesis estimando modelos de estudio de eventos que evalúan el efecto diferencial de la pandemia en las vacantes y el empleo asalariado total según el potencial de automatización de las diferentes ocupaciones.
El resultado principal del estudio se presenta en el Gráfico 2. El gráfico ilustra los coeficientes estimados, que corresponden a diferencias en las variaciones de la demanda laboral, medida en términos de vacantes, entre las ocupaciones con un mayor potencial de automatización y aquellas con bajo potencial.
Los efectos estimados se miden con respecto al inicio de la pandemia, fecha marcada por la línea roja (diciembre de 2019). Estos hallazgos muestran que, durante la pandemia, las vacantes cayeron más intensamente en ocupaciones con un mayor potencial de automatización.
La brecha es económicamente grande y estadísticamente significativa durante un año y medio, después del cual se torna no significativa. Si bien el efecto en el flujo de nuevas vacantes parece ser temporal, este tampoco se ha corregido en el periodo reciente.
En mayor detalle, la gráfica señala que antes del inicio de la pandemia no se tenían diferencias significativas entre los crecimientos que exhibían las ocupaciones más automatizables frente a las menos automatizables, lo que se refleja en que los coeficientes estimados no son diferentes de cero. Sin embargo, después del inicio de la pandemia se encuentra que para las ocupaciones más automatizables se empezaron a publicar menos vacantes en comparación a su contraparte.
El efecto diferencial de la pandemia en el comportamiento de las vacantes entre sectores más automatizables y los que no, alcanza a ser de más de 0,35 puntos porcentuales en el semestre posterior al inicio de la pandemia. Desde entonces, la brecha se redujo paulatinamente, con efectos aún significativos hasta el tercer trimestre de 2021.
Los investigadores también encuentran diferencias similares utilizando el empleo asalariado. Los anteriores resultados confirman que, durante la pandemia, hubo menos ofertas de trabajo para ocupaciones con mayor potencial de automatización frente a las menos automatizables.
Estas diferencias son considerables, estadísticamente significativas, duraron alrededor de un año y medio después del comienzo de la pandemia y no se reversaron en el periodo post pandemia.