Por Elías Prieto Rojas.
Sábado 24 de septiembre, 2022. Millos y América. Partido entretenido. Dos equipos que intentan. En el primer tiempo una sola oportunidad del rojo y mediante un engaño, gol. Los centrales azules no advirtieron el movimiento del extremo, no apareció el lateral bogotano y disparo al palo de Juanito Moreno: gol de América. Juan David Pérez de la mechita, al minuto 21 del primer tiempo la mandó sacar del arco millonario. O- 1, ganan los diablos. Y sigue el juego y a veintidós metros, cuarenta centímetros y diez milímetros del área rival, lado izquierdo del onceno diablo rojo, un amague del azul Carlos Gómez y el defensa salió rumbo al valle del cauca, mientras tanto el morocho celeste sacó con la chueca un ponzoñoso y letal leñazo y la metió allá donde anidan las arañas. Minuto treinta. Casi se cae el estadio. Gol de millos. 1-1. Segundo tiempo. Enredos. Ninguno de los dos acierta. Minuto 62. Cambios para ganar el partido: ingresan Luis Carlos Ruiz, Macalister, y el amuleto Jader por el ballet azul. Todo el mundo aprieta. Hasta las nalgas. El estadio enmudece. Nada de nada… Pero el totem Jader Valencia al minuto 66 cabecea como distraído… Y gol azul. El «yoyo» Vélez dijo en Wins Sport: «la importancia de los cambios». Erda, dicen los costeños. 2 – 1 ganando el ballet azul. Minuto 70. Gómez mete un pase mortecino al área. Jader la pesca como si estuviese en una subienda y el disparo agarró sonámbulo al arquero rojo Novoa. De milagro Millos no hizo el tercero. Baile azul. Desespero. A los 74 Alba se desmaya (es un decir), puro amague. Roja para un fulano rojo. Y al minuto el árbitro corrige. Ya no roja, es amarilla. A los 95. Cabezazo gol rojo. Cuando un equipo se cuelga de los palos, mala cosa. Empate: 2 – 2.