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IPS
VIENA – El comercio de armas de fuego y municiones cada vez más sofisticadas y de gran calibre en Haití sigue al alza, así como el tráfico de drogas, agravando la cascada de crisis en ese país, indicó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) en un reporte este viernes 3.
El informe, titulado “Los mercados criminales de Haití: mapeo de tendencias en armas de fuego y tráfico de drogas”, recoge la información de que entre 150 y 200 bandas criminales actúan en el país caribeño de 27 755 kilómetros cuadrados y 12 millones de habitantes.
Fuertemente armadas, las bandas atacan puertos, carreteras, infraestructura crítica, aduanas, oficinas, comisarías, juzgados, prisiones, comercios y barrios.
“Prácticamente todas las métricas de inseguridad, desde homicidio, violencia sexual y secuestro hasta el asesinato de policías y la migración fuera del país tienen una tendencia al alza”, señaló el informe de la Onudd.
Los homicidios aumentaron de 1141 en 2019 a 2143 el año pasado; los secuestros, de 78 a 1359; los policías asesinados, de 42 a 54, y los migrantes haitianos detenidos por Estados Unidos en sus fronteras, de 932 a 7175, dice el reporte.
Solo en Cité Soleil –una gran barriada en Puerto Príncipe, la capital- la lucha entre pandillas dejó más de 300 muertos entre los meses de mayo y julio de 2022. Unas 100 000 personas debieron abandonar la ciudad huyendo de la violencia.
Por ello el estudio “busca arrojar luz sobre los flujos de tráfico que favorecen la existencia de pandillas y alimentan una mayor violencia, y para ayudar a formar las respuestas y el apoyo al pueblo de Haití”, dijo Angela Me, jefa de la subdivisión de Investigación y Análisis de Tendencias de la Onudd, también conocida por Unodoc, su sigla en inglés.
El país es objeto de preocupación por parte de todo el sistema de las Naciones Unidas, cuyas agencias han determinado que unos 4,7 millones de habitantes necesitan ayuda alimentaria y otras formas de asistencia humanitaria.
Entre los señalamientos clave del informe está que en Haití “se trafican armas de fuego y municiones cada vez más sofisticadas y de alto calibre, en medio de una situación de seguridad sin precedentes y que se deteriora rápidamente”.
Haití “sigue siendo un país de transbordo de drogas, principalmente cocaína y cannabis, que en su mayoría ingresan al país en barco o avión, llegando a través de puertos públicos, privados e informales, así como pistas clandestinas”.
Sus fronteras “son esencialmente porosas y los desafíos de patrullar 771 kilómetros de costa y una frontera terrestre de 392 kilómetros con la República Dominicana están abrumando capacidades de la policía nacional, las aduanas, las patrullas fronterizas y la guardia costera”.
Esas patrullas gravemente están “con poco personal y recursos, y cada vez más en el punto de mira de las pandillas”, apuntó el informe.
Agregó que las respuestas internacionales, regionales y nacionales han subrayado la importancia de aumentar el apoyo a la aplicación de la ley y la gestión de fronteras.
Insistió en que las pandillas han tomado el control de grandes franjas del país, lo que contribuye a profundizar la crisis humanitaria.
La Onudd llamó la atención sobre la necesidad de reforzar las fuerzas del orden y, a la vez, aplicar enfoques integrales que incluyan inversiones en policía comunitaria, la reforma del sistema de justicia penal y la lucha contra la corrupción.
“La inestabilidad crónica está contribuyendo al aumento de los precios de los alimentos, el aumento del hambre, peligrosos brotes de cólera, profundización de la pobreza y la posibilidad de un gran éxodo migratorio”, asentó el reporte.
La crisis se aceleró con el avance de la pandemia covid-19 y el asesinato en julio de 2021 del entonces presidente Jovenel Moïse a manos de mercenarios.
El actual Gobierno haitiano ha pedido desde octubre de 2022 el envío al país de una fuerza militar internacional para combatir a las bandas armadas en el país.