Bogotá. News Press Service. El ex senador y constitucionalista Ricaurte Losada Valderrama escribió el libro “La Justicia al servicio de la política”,donde narra algunos aspectos de su vida y relata el viacrucis que debió sufrir para defenderse de cargos y acusaciones sin fundamento.
En 304 páginas recuerda cómo a raíz de su ascenso político en Colombia, se urdió todo un montaje de la Procuraduría General, al que le siguió otro de la Contraloría Distrital, organismos que hicieron parte del andamiaje con el cual le usurparon el apoyo popular para sacarlo del Senado e inhabilitarlo a perpetuidad.
Los procesos al exsenador Losada Valderrama muestran en la agenda pública del país las arbitrariedades que suelen darse en la justicia colombiana, alrededor de supuestos delitos e irregularidades de los que se le acusó y que se basaban en pruebas falsas, pretendiendo penalizar conductas no contempladas en la Ley, que en nada se parecen a tantos casos aberrantes de corrupción en las altas esferas del Estado que lo deslegitiman, desangran sus arcas, terminan en la impunidad y causan profunda irritación a la sociedad.
El constitucionalista y profesor universitario hace referencia a los casi tres lustros de vida que perdió defendiéndose, sin que fueran tenidas en cuenta las razones jurídicas y las pruebas fehacientes que presentó. Su drama no se quedó solo en la pérdida de la investidura y en la muerte política, sino en la estigmatización de que fue víctima, alimentada con dosis de amarillismo por algunos medios de comunicación, que hicieron del suyo un gran escándalo y lo presentaron como un acto de corrupción.
El autor expresa que, sin guardar rencor, el libro “La Justicia al servicio de la política” es una confesión del alma. “He liberado mi espíritu. Añoro volver a vivir realmente; No pierdo la esperanza porque habrá de llegar mi reivindicación, pues la verdad no triunfó en los tribunales, pero es posible que con este libro encuentre espacio entre ellos, los millares de compatriotas que nunca pusieron en duda su rectitud y que no entendieron el motivo de su exclusión de la vida pública»