Bogotá, agosto de 2024. News Press Service. En esa línea críticó, cómo Colombia pasó de centrar su economía en la producción de café a un modelo extractivista con las explotaciones de petróleo y carbón. Para el Jefe de Estado, ese modelo se agotó y para impulsar la economía, y de esta forma reactivarla se debe apostar por la descarbonización.
«Tenemos una perspectiva desde el mundo que llegó la hora de cambiar. La crisis climática trae la potencialidad de la extinción del planeta», indicó Gustavo Petro, que señaló que la crisis de las energías fósiles deber vista como una oportunidad.
«Vemos en lo nuevo una enorme posibilidad para Colombia. Se llama descarbonización», expresó el mandatario, que incluso llegó a cuestionar la forma en que se ha enfocado este tema desde el Ministerio de Minas y Energía, liderado por Andrés Camacho: «El ministro ha sido menos ambicioso que yo».
El mandatario indicó que la apuesta debe ser por energía limpias como la hidráulica, pero sobre todo la eólica y la solar. En este punto hizo un paréntesis para cuestionar la fórmula de la CREG para definir el precio de la energía e insistió que debe cambiarse para fijarse a través de las energías más baratas y de esta forma tener una energía menos costosa en el país.
«Si se permitieran las posibilidades de la descarbonización podríamos sustituir la matriz exportadora», dijo el mandatario, que aprovechó este punto para criticar el cobro de la autogeneración de energía por un supuesto uso de la red de energía. Este aspecto ya lo había tratado en un trino que publicó este viernes.
Paquete de reactivación
Además de insistir en la transición energética como punto básico de la reactivación, el mandatario habló de su propuesta de inversiones forzosas y de ley de financiamiento -reforma tributaria-.
«Si logramos combinar inversiones forzosas con una ley de financiamiento organizadas alrededor y dentro de la transición hacia una economía productiva, tendríamos la posibilidad de reactivación económica que cambiaría las posibilidades del capitalismo y los modelos de producción», comentó el Presidente.
Para el mandatario, gran parte su propuesta se enfoca en llevar recursos a sectores como la agricultura, turismo, industria, sobre todo en vivienda. Para lograrlo, insistió en que debe aprobarse su propuesta de inversiones forzosas.
«La inversión forzosa es sacar del ahorro público un parte para invertir en las actividades de la producción, a la banca le conviene porque en este momento se está deteriorando su cartera», complementó el primer mandatario, que, como en anteriores ocasiones, indicó que sería el Estado el que pase a ser deudor de dichas entidades.
«Podemos mitigar la crisis al llevar ese ahorro público a Bancoldex, Finagro y Fondo Nacional del Ahorro para llevarlo al turismo y vivienda. No se perdería el dinero porque nosotros lo devolvemos con tasa de interés», explicó.
Luego expuso de qué se trataría la ley de financiamiento, cuya principal meta sería «equilibrar el presupuesto que se presentó» para 2025. En este punto criticó el pedido del senador Miguel Uribe de devolver el proyecto: «eso debilitaría la economía y nos expondría a la crisis».
El mandatario aseveró que la reforma tributaria ayudaría a reactivar al quitarle impuestos al turismo y a las energías limpias. Para tapar ese hueco, dichos impuestos se aplicarían a la extracción de petróleo y carbón. Luego recordó que ya lo habían intentado en la reforma tributaria de 2022 pero la Corte Constitucional tumbó ese punto.
También, Gustavo Petro habló de una de las propuestas centrales de esta reforma y es bajar la tasa corporativa de renta. Para lograrlo, según el Presidente, se debe disminuir al máximo el régimen de exenciones.
En esto añadió que debe hacerse un pacto social para pagar impuestos en los que se establezca un mínimo y un máximo de pago de renta con el compromiso de que «ese máximo sería menor al máximo que hay hoy».
Al final defendió la reforma laboral y aseguró que, contrario a lo que se ha dicho, ayudaría a la reactivación pues le daría mayor poder adquisitivo a los trabajadores.
«Si disminuimos los costos financieros, los de energía y aumentamos la demanda interna en Colombia y vamos por un camino de descarbonización aprovechando la ventaja natural de energías limpias construimos una senda de prosperidad», fue la conclusión que dio al final.