
En el primer trimestre de 2025, la economía colombiana creció 2,7% anual. Bogotá (3,7%), Valle del Cauca (3,0%) y Antioquia (2,9%) superaron ampliamente el promedio nacional.
Los departamentos con mayor crecimiento tienen economías basadas en actividades terciarias, como administración pública y comercio.
Departamentos como La Guajira, Casanare y Cesar registraron contracciones o crecimientos bajos, explicados por la caída en la explotación de carbón y otros minerales.

Bogotá, agosto 2025. News Press Service. En el primer trimestre del año, la economía colombiana creció 2,7% anual. Según el Indicador Trimestral de Actividad Económica Departamental (ITAED), varios departamentos registraron un crecimiento superior al nacional.
Bogotá lideró con un crecimiento de 3,7% anual, por encima del 0,5% registrado en el mismo periodo del año anterior.
Le siguieron el Valle del Cauca, con un crecimiento de 3,0% anual por encima del 0,1% anual del año anterior, y Antioquia, con un crecimiento de 2,9% anual, por encima del 0,1% anual registrado hace un año.
Tolima y Boyacá crecieron al mismo ritmo que el agregado nacional (2,7%), mientras que departamentos como Santander (1,7%), Cesar (0,4%), La Guajira (-2,0%) y Casanare (-2,1%) mostraron los desempeños más bajos.

Los departamentos con mayores tasas de crecimiento comparten una característica en común: su estructura productiva está dominada por actividades terciarias.
En Bogotá, las actividades terciarias tuvieron una participación de 88,1% dentro del total.
Por su parte, en el Valle del Cauca y Antioquia las actividades terciarias pesaron 71,3% y 69%, respectivamente.
Para estos tres departamentos, el dinamismo de las actividades terciarias estuvo explicado principalmente por el buen desempeño de la administración pública y el comercio.
En el caso de Antioquia también se destacó el desempeño de los servicios financieros y en el Valle del Cauca, de las actividades de entretenimiento (especialmente los juegos de azar).
De manera similar, el comportamiento de las actividades secundarias en estos tres departamentos estuvo explicado principalmente por la manufactu ra. Además, para el caso de Bogotá, la construcción de obras civiles también contribuyó al dinamismo.
Finalmente, en Antioquia las actividades primarias estuvieron impulsadas por el sector agropecuario (principalmente por el cultivo de flores) y en el Valle por el aumento de los cultivos de caña de azúcar y la producción de pollo.

En los departamentos con menor crecimiento el desempeño respondió principalmente a contracciones en las actividades primarias.
Por ejemplo, el Cesar, aunque registró un crecimiento en las actividades terciarias, no logró compensar el comportamiento de las actividades primarias, afectadas principalmente por la contracción de la explotación de carbón.
De manera similar, Casanare registró una variación negativa debido al decrecimiento de las actividades primarias, explicada por la contracción de la minería. Así mismo, la Guajira decreció como consecuencia de la disminución de explotación de carbón.
En suma, los resultados del ITAED del primer trimestre reflejan la senda de recuperación económica que ha seguido el país en el último año y destacan el papel protagónico del sector de servicios como motor del crecimiento.
Al mismo tiempo, estos datos revelan una heterogeneidad importante entre las diferentes regiones del país y evidencian la vulnerabilidad de aquellas economías departamentales excesivamente dependientes de las actividades primarias, especialmente de las extractivas como el carbón.
Es crucial implementar estrategias que aborden esta heterogeneidad y permitan cerrar las brechas entre departamentos, buscando una mayor convergencia.
ANIF