Bogotá, Enero 2023. News Press Service. El calentamiento global viene provocando graves estragos en todo el mundo que obliga, inmediatamente, cambiar nuestros hábitos y evitar sequías como las que se están presentando en diversas partes de planeta.
De acuerdo con lo expuesto Europa podría sufrir sequía extrema como la que ocurrió hace 500 años que dejaron al descubierto las llamadas piedras del hambre en 1417 cuando muchos ríos bajaron su nivel y se produjeron pérdidas de cosechas.
La sequía, actualmente ha hecho arruinar cosechas en gran parte de Europa como de cereales, arroz, frutas e incluso de aceite de oliva en España e Italia.
Se destaca que el río Támesis en Inglaterra en gran parte está seco; el Loira, en Francia, también; Po, en Italia, seco en varias partes y el Rin, el mayor río de Europa está afectado por grandes pérdidas de sus caudales, es decir que esta situación se repite en Bélgica, Italia, Poertugal, España y Francia
América Latina
Las cifras hablan por sí solas: de acuerdo con un estudio del Observatorio Global de la Sequía, comparando el período 2011-2020 con el de 1981-2010, las cantidades promedio de precipitación se han reducido entre un 30% y un 90% en el este de Brasil, las costas de Venezuela, Ecuador y Perú, y el sur de Chile y Argentina.
La escasez de agua en diversas partes de la región obedece a la disminución de glaciares y a las sequías. Un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), publicado en julio pasado, indica que se ha registrado una pérdida de superficie de los glaciares del 30% en los Andes tropicales, y 50% en Perú, en comparación con 1980.
La larga sequía chilena
Por otra parte, la intensa sequía en el sur de la Amazonía y la región del Pantanal fue la peor de los últimos 50 años. También hubo déficits de precipitaciones en la región del Caribe. Pero Chile está a la cabeza de la crisis hídrica en la región por la sequía en la zona central del país, la más prolongada de América Latina y el Caribe en mucho tiempo.
«En Chile hablamos de una ‘megasequía’, que se prolonga ya por 13 años, aunque ha tenido ciertas ventanas de lluvia”, dice a DW Gabriel Mancilla, director ejecutivo del Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC), con sede en la ciudad chilena de La Serena. Explica que, a nivel latinoamericano, se observan en general procesos habituales de sequía, aunque más exacerbados en términos de intensidad, y no tanto de frecuencia. Sin embargo, «los impactos son cada vez más intensos, principalmente por la mayor demanda de agua”.