News Press Service
Por Elías Prieto Rojas.
Los superhéroes permanecen en el imaginario colectivo y tienen una explicación filosófica, según la cual, son necesarios y nos sirven como paliativo, siempre en la búsqueda de causas filantrópicas. Y porque el mundo sigue todavía en guerra, y como éstas son un fracaso de la especie humana, no vemos otra salida, sino la de soñar, una vez más, en cuanto que con ellos -los superhéroes-, la paz como solución, viene otra vez como heraldo de la tranquilidad humana. Alguien dijo que el hombre es lobo para sí mismo y entonces, por eso mismo, vamos afilar las balas de plata para matarlo. Pero, al hombre lobo asesino, claro está. ¿Pero quién se anima?; tendremos que buscar nuevos individuos que le pongan el pecho a las azarosas circunstancias. Lean bien: individuos, así sean de cartón, o de flores, o de otras dimensiones, porque a nivel colectivo son pocos los grupos humanos, o políticos honestos, que se atreverían, además porque la codicia y violencia de las mafias y «sociedades secretas», casi siempre terminan destruyendo lo poco que se ha hecho en beneficio del género “inteligente”. Entonces, tal y como están las cosas, tendremos que crear nuevos paradigmas. Aunque, y en lo que a mí respecta, nada nuevo existe bajo el sol, y es ahí donde recobran su valor esos viejos superhéroes. Únicos, errabundos… Dicho todo, le daremos específicas tareas a Supermán. Que haga desaparecer todas las ojivas nucleares y demás artefactos catastróficos que pululan sobre el planeta. Al Capitán América le confiaremos una misión clandestina: que busque, apoyado con la linterna de Diógenes, a todos los seres desperdigados por la faz de la tierra, para que, y con el deseo de limpiar corazones, se purifique el mundo con vendavales de solidaridad (así sea de pura niebla), procurando llenar de oxigeno los sentimientos de la humanidad, no importa si lo hacemos con sobredosis de amor. Y también, de las montañas de Sherwood nos traeremos al Robín Hood de antaño, para que éste les dé comida a tantos millones de seres que andan hambrientos por la avaricia de los ricos. Y a nuestro querido amigo Batman lo haremos volar de nuevo para que en sus noches de insomnio acabe con tantas ratas y corruptos que tienen en desgracia a las naciones. Hablaremos también con Turok, el Guerrero de Piedra, para que lidere en combates de ondas y cerbatanas, a los diversos indígenas que por todo el mundo se levantan, embravecidos de sus chozas, al sentirse despojados de sus tierras. Y al veloz flash le encargaremos la tarea de enseñarle a los deportistas para que no sucumban a las vanas glorias y a las mieles del falso éxito, y más bien, que entrenen más duro evitando el doping y las sustancias prohibidas. Y a Don Diego de la Vega, o al mismo Zorro, le lavaremos su antifaz, sombrero y cerebro, para que apriete hasta el cogote a los militares habituados al letal manejo de las armas, y más bien, y con esas mismas bayonetas, que ensarten sus viles propósitos y sometan al olvido sus mezquinos planes de fomentar el caos en medio de sus endemoniados y perversos abusos de poder. Y si logramos contar con suerte traeremos a «Mi Bella Genio», para que hipnotice y oriente hacia el bien a tanto magistrado vendido, en la búsqueda de sanear la justicia; y que también, y con la Mujer Maravilla, las dos se encarguen de ponerle cuatro ojos con su varita mágica y su belleza, a los muchos líderes sociales que tanto necesitan de vigilia, para que no se confíen del gobierno, porque si no se cuidan ellos mismos, los seguirán matando. Y al Ciudadano Kane lo apretaremos para que eduque a tanto briboncito y mujerzuela; a quienes apelan al mal gusto y a la chabacanería; a todos aquellos que incitan al odio y a la desolación en las redes sociales. Y si al final, por decir lo menos, todos los superhéroes se unen en una alianza multi-inter-compleja- y con todos los ismos posibles, he ahí que la paz la tendremos a la vuelta del otro siglo, porque en esta centuria que viene de tumbo en tumbo, la verdad: estamos apenas, y a punto, de sufrir un holocausto nuclear. Y ojalá que nunca yo tenga razón… en este día de los inocentes.
Próspero y venturoso año 2023.
Elias Prieto Rojas: Buena tarde. Le estoy enviando mi regalo de inocentes…