
La producción conjunta de la OPEP+ se redujo 106.000 barriles diarios en abril, mientras que la oferta esperada de países no OPEP también fue ajustada a la baja, como resultado de menores inversiones en exploración.
Durante el mismo mes, el precio de petróleo registró su nivel más bajo del año, afectado por la reducción de posiciones especulativas, el aumento de inventarios en Estados Unidos y tensiones comerciales globales.
A pesar del contexto adverso, la OPEP mantiene su proyección de crecimiento en la demanda global, anticipando una recuperación del consumo en la segunda mitad del año.
El entorno global plantea oportunidades para exportadores medianos, pero la caída de precios limita los ingresos externos en países como Colombia, lo que refuerza la urgencia de una política energética estable y una estrategia de diversificación sostenible.

Bogotá, mayo de 2025. News Press Service. En su último informe, la OPEP presentó un panorama complejo para el mercado petrolero global, caracterizado por una caída sostenida en los precios del crudo, ajustes a la baja en la oferta de países no OPEP y señales de moderación en el crecimiento económico global.
Aunque la demanda global de petróleo se mantiene resiliente, factores como la disminución de la inversión en exploración y la creciente volatilidad financiera están ejerciendo presión sobre el equilibrio del mercado.
En primer lugar, la producción conjunta de la OPEP+ cayó 106.000 barriles diarios (bd) frente a marzo, ubicándose en 40,92 millones bd en abril. Esta reducción refleja los esfuerzos del grupo por sostener los precios ante un entorno de debilitamiento de la demanda y una mayor incertidumbre en los mercados.
El valor de la OPEC Reference Basket registró una disminución de US$5,02 por barril frente al mes anterior, ubicándose en un promedio de US$68,98/b, el nivel más bajo en lo corrido del año. Esta caída se atribuye a la reducción de las posiciones especulativas, el aumento de inventarios en Estados Unidos y la persistencia de tensiones comerciales a nivel global, especialmente entre Estados Unidos y China.

De forma similar, el precio del petróleo Brent ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos meses. En abril se observó una caída mensual del 7,3%, lo que representa el tercer mes consecutivo de disminución en su cotización.
No obstante, en este contexto de precios a la baja, la OPEP mantiene su proyección de crecimiento en la demanda global de petróleo para 2025 en 1,3 millones de barriles diarios, lo cual refleja una expectativa de recuperación del consumo hacia la segunda mitad del año.
También se ha observado una desaceleración en el crecimiento proyectado de la oferta de petróleo por parte de los países no pertenecientes a la OPEP.
La estimación para 2025 fue revisada a la baja en 100.000 barriles diarios, como resultado de una reducción en la inversión en actividades de exploración y producción, con una caída proyectada del 5% anual en 2025, especialmente en países como Estados Unidos y Canadá.
Esta disminución en la inversión responde a la debilidad de los precios del crudo, que ha reducido los incentivos para nuevas perforaciones, particularmente en segmentos de petróleo no convencional y proyectos en aguas profundas.
De mantenerse esta tendencia, se podría configurar un escenario de oferta más restringida en el mediano plazo, especialmente si la demanda global se mantiene firme. Para Colombia, este panorama global representa implicaciones mixtas.
La reducción de la oferta de países competidores y el ajuste en la inversión externa podría abrir espacios para exportadores medianos, especialmente si se mantiene la estabilidad productiva interna.
Sin embargo, la caída reciente de precios limita el ingreso de divisas por exportaciones petroleras y podría presionar las cuentas externas si se prolonga.
En consecuencia, la volatilidad internacional refuerza la necesidad de una política energética coherente y estable, que fomente tanto la inversión en hidrocarburos como la diversificación progresiva hacia energías más sostenibles.
ANIF