
El peso colombiano se ha apreciado 10,2% frente al dólar en lo corrido del año. • A nivel internacional, la política arancelaria y fiscal de Estados Unidos, junto con crecientes tensiones geopolíticas, han debilitado al dólar.
El índice DXY acumula una caída de 9,9% en lo que va del año, registrando su peor desempeño en un primer semestre desde 1973.

Bogotá, julio de 2025. News Press Service. A pesar de que la tasa de cambio no parece reflejar la incertidumbre causada por el escenario fiscal en Colombia, el aumento en la incertidumbre se ha manifestado en otros activos como la prima riesgo y el mercado de deuda pública.
La principal explicación radica en la dinámica del dólar a nivel global. La política arancelaria y fiscal de Estados Unidos, junto con crecientes tensiones geopolíticas, han generado volatilidad en los mercados, debilitando al dólar.
El índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una canasta de las principales monedas del mundo, acumula una caída de 9,9% en lo que va del año, registrando su peor desempeño en un primer semestre desde 1973, cuando se abandonó el patrón oro de Bretton Woods.
En particular, el anuncio de nuevos aranceles por parte de Trump, el 2 de abril de 2025, fecha que se ha denominado “el Día de Liberación”, generó fuertes caídas En ese sentido, aunque el contexto fiscal colombiano ha sido fuente de incertidumbre, el mercado cambiario ya había descontado buena parte de este deterioro desde la publicación del Plan Financiero 2025.
No obstante, el impacto fiscal se ha reflejado en otras variables; por ejemplo, la ampliación del EMBI que acumula una desvalorización del 7,0% en lo corrido del año, siendo una de las más altas de la región. A este panorama, se suman las decisiones recientes de las calificadoras Moody’s y Standard & Poor’s, que rebajaron la calificación crediticia semanas después de conocerse el MFMP.

Como resultado, la deuda pública ha sufrido desvalorizaciones importantes: los TES a 10 años han perdido 39 puntos básicos, equivalentes a una caída del 3,4% en lo corrido del año. En conclusión, la reciente apreciación del peso no responde a una mejora estructural de los fundamentales de la economía colombiana.
Su comportamiento obedece a factores globales que han debilitado al dólar como divisa de reserva. En los mercados internacionales se ha abierto el debate sobre si esta debilidad del dólar será transitoria o estructural.
A nivel local, la percepción de riesgo país y el apretado panorama fiscal mantendrá gran parte de los activos desvalorizados; además, en el mercado cambiario podría haber mayor apetito de riesgo por el carry trade de las tasas de interés de la región versus las tasas de interés de la Reserva Federal.
El reto hacia adelante será contener los riesgos fiscales y recuperar la confianza de los inversionistas en medio de un entorno internacional incierto.
ANIF