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Moscú ha rebajado el listón para el uso de armas nucleares y ha disparado un misil capaz de transportar una ojiva nuclear a Ucrania, aumentando las tensiones con Occidente.
El arsenal nuclear de Rusia está siendo sometido a un nuevo escrutinio tras el lanzamiento en territorio ucraniano de un misil balístico de alcance intermedio capaz de transportar una ojiva atómica.
El presidente Vladímir Putin afirma que el ataque sin precedentes con el misil llamado Oreshnik es una respuesta directa al uso por parte de Ucrania de misiles fabricados en Estados Unidos y el Reino Unido para atacar objetivos en territorio ruso. También ha advertido de que las instalaciones militares de los países occidentales que permitan a Ucrania utilizar sus armas para golpear a Rusia podrían convertirse en objetivos.
La escalada se produce días después de que el presidente ruso aprobara pequeños pero significativos cambios en la «doctrina nuclear» de su país, que permitirían una respuesta nuclear a un ataque convencional no nuclear contra territorio ruso.
Aunque los funcionarios occidentales, incluido el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, han descartado la idea de que el uso de armas nucleares por parte de Moscú sea inminente, los expertos advierten de que los últimos acontecimientos podrían aumentar la posibilidad del uso de armas nucleares.
Según datos de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS), Rusia es el país que posee más cabezas nucleares, con unas 5.580, lo que equivale al 47% de los arsenales mundiales.
Se calcula que sólo 1.710 de esas armas están desplegadas, una fracción más que las 1.670 desplegadas por Estados Unidos. Ambas naciones tienen el poderío nuclear necesario para destruirse mutuamente varias veces, y considerablemente más cabezas atómicas que las otras siete naciones nucleares del mundo juntas: China, Francia, India, Israel, Corea del Norte, Pakistán y el Reino Unido.
De las armas desplegadas por Moscú, se calcula que 870 se encuentran en misiles balísticos terrestres, 640 en misiles balísticos lanzados desde submarinos y, potencialmente, 200 en bases de bombarderos pesados.
Según la FAS, no hay indicios de que Rusia esté aumentando significativamente su arsenal nuclear, pero la federación advierte de un posible aumento en el futuro a medida que el país sustituya los misiles de una sola cabeza por otros capaces de transportar múltiples cabezas nucleares. Rusia también moderniza constantemente su arsenal nuclear.