Bogotá. News Press Service. Una conclusión que leo en un artículo de “The New York Times”, me puso a pensar en lo vertical de su aseveración, porque si quienes son cuadripléjicos y no pueden responder como cualquier ser normal, porque sus facultades todas han sido enterradas… pero he aquí el quid del asunto. (Todas las comillas son del periódico)… “Si la capacidad de comunicación puede significar la diferencia entre la vida o la muerte. “Para algunas personas, si tienen un medio para continuar comunicándose, esa puede ser la razón por la que decidan seguir vivas”. Y si les podemos anotar que esas posibilidades, en su momento, podrán llegar a ser realidad, es acá dónde la ciencia escarba con sus diversas variables, una de ellas es “cómo la mente codifica la información”… Todavía sigo soñando que con un pequeño chip minúsculo, se le puede decir al cerebro para que controle sus impulsos: “no consuma grasa y modere su apetito”, y entonces el obeso será un individuo con un peso (en kilogramos) y salud, envidiables. Y si también lo hacemos con el alcohólico, o con el fanático por cuestiones religiosas. O ese chip programado para trabajar la xenofobia, o el racismo, o la neurosis; habrá que ver hasta dónde llega la ciencia y su capacidad para resolver los problemas –sobre todo mentales- de los seres humanos. Por ahora, y lo sigo creyendo: si alguien dijo que las enfermedades mentales no tienen cura, debo admitir y así lo está promoviendo la ciencia (leer el artículo “Los lectores de la mente” del New York Times, sábado 29 de agosto del 2020) que sí es posible curar todo tipo de enfermedad. Y hasta de la médula espinal o neurológicas. El primer paso es que cada cual reconozca cuál es su mayor debilidad, o enfermedad… mental, si lo prefiere…
29. VIII. 20. ELÍAS PRIETO ROJAS