
La concejal advirtió que Colombia lleva décadas hablando de descentralización, pero en la práctica persiste un centralismo que limita la capacidad de decisión de los territorios y los mantiene atados a las transferencias nacionales.

Bogotá, septiembre de 2025. News Press Service. Tras el hundimiento en la Comisión Primera del Senado del proyecto de Referendo Por Las Regiones, la concejal del Nuevo Liberalismo, Cristina Calderón Restrepo, reafirmó su compromiso con la defensa de la autonomía territorial y el derecho de Bogotá y los departamentos a decidir sobre sus propios recursos y prioridades.
«Bogotá demuestra todos los días que sabe administrar más y mejor. Lo que no tiene es la libertad de decidir sobre su propio futuro», señaló la concejal, recordando que en 2024 la capital aportó $41.18 billones de pesos al Sistema General de Participaciones y recibió únicamente $5.67 billones, lo que representa un desbalance de $35.5 billones de pesos en contra de la ciudad.
La discusión sobre la autonomía territorial en Colombia no es nueva. Desde la Constitución de Rionegro de 1863, que apostó por un modelo federalista, hasta la de 1886, que consolidó un centralismo fuerte, el país ha oscilado entre dos visiones contrapuestas. La Constitución de 1991 dio un paso adelante al definir a Colombia como un Estado unitario, descentralizado y con autonomía territorial, pero en la práctica se quedó como una promesa vacía.
«En Colombia hablamos de descentralización hace décadas, pero en la práctica seguimos atrapados en un centralismo que no deja a los territorios decidir por sí mismos. ¿Cómo hablar de autonomía si la mayoría de los recursos dependen de transferencias nacionales y además vienen con condiciones de gasto?», subrayó Calderón Restrepo.
La concejal enfatizó que, a pesar de esas restricciones, Bogotá ha respondido con visión social, técnica y capacidad institucional. «Cuando el Gobierno desmontó programas como Mi Casa Ya, nosotros mantuvimos subsidios directos y proyectos habitacionales sostenibles. Mientras el ICETEX se convirtió en un problema para miles de familias, Bogotá abrió miles de oportunidades con Atenea, conectando a jóvenes con la educación superior. Y en la lucha contra la pobreza, con recursos propios, hemos sostenido el Ingreso Mínimo Garantizado, que en 2025 llega a más de 222,000 hogares. Bogotá no para, incluso cuando el Gobierno no hace ni cumple», afirmó.

La concejal advirtió que los principales retos de la descentralización siguen siendo la asimetría en las capacidades de gestión, la baja generación de recursos propios en la mayoría de los municipios y el riesgo de una “descentralización sin financiamiento”. Por ello, insistió en avanzar hacia un modelo donde los departamentos sean más competitivos y generen más recursos propios, fortalecer las instituciones locales y garantizar que las competencias vengan acompañadas de recursos suficientes.
«Bogotá recibe menos de lo que aporta, y aun así responde con responsabilidad y compromiso social, incluso cuando el Gobierno no lo hace. La descentralización no es un favor, es un derecho de los territorios. Bogotá no se arrodilla: propone, resiste y construye. Seguiré defendiendo la autonomía de Bogotá, su planeación territorial y su derecho a decidir. Porque solo así podremos seguir #ConstruyendoCiudad», concluyó Calderón Restrepo.