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Por Elías Prieto Rojas
«Si nos vamos a morir empecemos por enfermarnos», aseguran todos aquellos que no le tienen miedo a permanecer en una cama, postrados, sin poder valerse por sus propios medios, dependiendo de otros, sin autonomía, ni control, en otras palabras: siendo una carga para la familia y sin calidad de vida.
Y no se trata de andar llenos de pánico ante las circunstancias diarias ni mucho menos temerle al futuro. Lo que intentamos aclarar tiene que ver con nuestros hábitos alimenticios e higiene mental.
Nadie se muere en la víspera, pero qué bueno elegir condiciones óptimas de vida antes de entregar las armas.
Morir en paz es el desafío.
Después de todo ninguno se salva.
A la fosa iremos, es ley de vida.
De acuerdo con lo anterior examinemos lo que cada quien consume y elige.
Comer frutas. Porciones diarias y generosas. Papaya, mango, fresa, melón; mandarina, uchuva, naranja, etcétera; amigo o amiga: es imperativo consumir también pitaya para quienes sufren de estreñimiento.
No olvide las frutas, hágame caso.
De otro lado los nutricionistas recomiendan para el desayuno comer arepas en sus diversas preparaciones: con queso, boyacenses, paisa, de maíz, blancas, amarillas… húyale al pan desde la madrugada hasta la noche. Arepa y más arepas, es la clave. Aunque, si desea algún pan, mogollas, o galletas, o cereal que sean integrales y en porciones pequeñas o medianas.
Prefiera queso pera, leche o yogurt semidescremado, pasta integral. Avena en hojuelas sin azúcar.
Carnes rojas, mejor poca. Magra, sin nada de gorditos. Que son ricos, claro, nadie lo discute, sólo que la grasa tapa las arterias, hoy o mañana, es inexorable.
Con los gorditos, si los consume va haciendo méritos para un síncope cardíaco. Recuerde que la obesidad ronda y el sobrepeso es aliciente para morirse más pronto, usted decide.
Pero si no me cree, entonces devore cuánta hamburguesa aparezca en el camino. O si lo prefiere consuma pizza y perros calientes con harta salsita, o mayonesa, o mostaza.
Ponte serio: pescado a diario. Pollito de continuo.
Verduras, hágale pues, los vegetales los necesitamos.
Recordemos a Popeye, el marino, sus espinacas lo hicieron fuerte, con una gran masa muscular.
Ahí tiene habichuela, calabacín, guatila, coliflor, ahuyama y sigue adelante, intente investigar; cebolla blanca, larga, cabezona… repito: verdura, vegetales.
No lo quiero cansar frente a los buenos hábitos alimenticios, pero si quiere calidad de vida, ya sabe, no diga después que no le estamos avisando.
Aléjese lo más que pueda del azúcar y en lo posible, menos sal. El café en pocas cantidades y las gaseosas negras, nada de nada. Mejor, agua y jugos. Aunque la fruta es decisiva. Quiero decir que es mejor la pulpa de cualquier fruta.
La fibra dentro de nuestro organismo la necesitamos. Y coma en paz, preferible en el comedor. Al lado de toda la familia. Agradecido con el alimento. Y con Dios, mejor.
Despacio para que no se atore. Deguste los sabores. Dese su tiempo. Coma en horarios fijos.
Y el ejercicio diario, claro. Caminé, ojalá varios kilómetros diarios. Monte en bicicleta. Natación, pesas para adquirir masa muscular.
Y no olvide el hierro. No quiero decir que se castigue a punta de varilla. No es así. En las farmacias venden grageas, o productos que suministran vitaminas, calcio, zinc. Su organismo le agradecerá.
Y por favor, la higiene mental. Piense positivo. Obedezca. Hágame caso. No discuta, ni pelee con nadie. Todo con calma. Tranquilo. Para qué lo afanes si más pronto llegaremos al hueco. Y perdón por la anterior palabra, pero es la verdad.
Baile, diviértase. Cante, silbe; haga su mejor esfuerzo para agradar, sirva, sé parte de la solución. Ya Mafalda lo decía: «Estamos cansados de tantos problemólogos, necesitamos solucionólogos».
Posdata: dice el poeta que todo nos llega tarde. Carácter obligatorio: estoy a dieta. He bajado kilos. Estoy obedeciendo. Lo expuesto en esta nota, es cierto.
Mi problema ha sido la cuchara. Afortunado que estoy a régimen. O me cuido, o ya saben qué puede pasar. Les adelanto: he bajado cuarenta kilos en cuatro meses. En la actualidad peso ochenta. Me siento como nuevo. Y estoy feliz.
Haga caso. Obedezca…
Octubre 5, 2023