
“Los colombianos nos estamos quedando sin hogar. El Gobierno que decía defender a los más pobres los está dejando sin casa”, denuncia el concejal Juan Baena, del Nuevo Liberalismo, al revelar la crisis del sector vivienda y el incumplimiento de las promesas que el Ejecutivo le está haciendo a millones de familias colombianas.

Bogotá, octubre de 2025. News Press Service. De acuerdo con el concejal, el Gobierno Nacional prometió 200 mil subsidios de vivienda, pero a la fecha tan solo ha reportado 96.813, menos de la mitad de lo acordado.
Además, advierte que lo más grave es que han maquillado los resultados, presentando como propios los subsidios financiados por las Cajas de Compensación Familiar, con lo cual asegura se engaña a la ciudadanía. “La trampa está lista: se apropiaron de los recursos de las cajas y los presentaron como si fueran logros suyos. Y mientras tanto, la gente sigue esperando”, afirma el concejal de Bogotá.
Las cifras del DANE son contundentes. 1,26 millones de hogares necesitan una vivienda nueva y 3,98 millones viven en condiciones indignas, lo cual afecta su calidad de vida. Sin embargo, el Presupuesto General de la Nación para 2026 recorta en 35,7 % los recursos destinados a vivienda, ubicando al país en los mismos niveles de inversión de hace 17 años.
Este recorte coincide con una crisis fiscal nacional que ha obligado a replantear prioridades de gasto y ha dejado a programas como vivienda expuestos a fuertes limitaciones.

La situación es aún más preocupante porque gran parte de los proyectos actuales ya están financiados con vigencias futuras, es decir, con recursos comprometidos de presupuestos venideros. Esto limita el margen de maniobra para nuevos programas y deja al sector atado a decisiones ya tomadas, incluso cuando la crisis fiscal exige mayor flexibilidad.
El Gobierno del presidente Petro aseguró que esta reducción obedecía a la falta de recursos, lo cual de acuerdo con el concejal implica que no se permitirán nuevas solicitudes al programa por parte de los hogares interesados, y solo podrán continuar quienes ya contaban con registro inicial.
“Esta situación ha limitado el acceso de los hogares de menores ingresos, reflejándose en una caída del 26,5 % en la financiación de vivienda VIS con subsidio, pues mientras que entre julio de 2023 y junio de 2024 se financiaron 73.138 unidades con apoyos gubernamentales, en los últimos doce meses la cifra se redujo a 53.727”, destaca Baena.
En este contexto, el cierre del programa Mi Casa Ya, el único que realmente funcionaba y garantizaba acceso a vivienda para miles de familias de clase media y trabajadora, agrava la crisis del sector. “Cerrar el programa Mi Casa Ya fue un error enorme.
En lugar de fortalecer lo que funcionaba, el Gobierno decidió desmontar la herramienta más efectiva para promover el acceso a vivienda digna. Con esa decisión, le cerraron la puerta a miles de familias que estaban a punto de cumplir su sueño de tener casa propia”, agrega.
Por otro lado, en cuanto a la mejora de la habitabilidad de viviendas, se han invertido más de $1,7 billones para mejorar las condiciones de habitabilidad de familias urbanas y rurales.
Ahora bien, esto representa menos del 2 % del cumplimiento de metas, pues se habían comprometido a realizar estas acciones sobre 400.000 viviendas y hasta el momento solo se han entregado 30.208 mejoramientos.
El concejal advierte que esta situación no solo frena el acceso a la vivienda, sino que agrava el desempleo y afecta la inversión pública: “Cada vivienda que no se construye significa menos empleo, menos oportunidades y más pobreza. Lo que están haciendo es condenar a millones de colombianos a seguir viviendo en condiciones indignas.”
Para Baena, el panorama refleja un engaño estructural, “nos vendieron un discurso de justicia social, pero lo único que cambió fue que ahora hay menos subsidios, menos programas y más familias sin casa. La vivienda es un derecho, no un discurso para llenar titulares.”
Finalmente, el líder del Nuevo Liberalismo hace un llamado al Gobierno Nacional a dejar de manipular las cifras y cumplir con sus promesas: “No se puede jugar con la esperanza de la gente. Colombia necesita políticas de vivienda serias, sostenibles y transparentes. Este no puede ser el legado de un gobierno que prometió cambio y está dejando ruinas.”