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Infobae
Un grave daño ambiental produjeron cazadores en el municipio de Falan (Tolima), donde asesinaron a 300 ejemplares de estas aves rapaces el pasado fin de semana, según denunció la propia comunidad a la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima).
En el portal de internet de noticias regionales Más Noticias Tolima informaron que en las veredas de El Cucharo cazaron 100 y 200 en Tabera.
Mientras que en la emisora regional Ecos del Combeima indicaron que estas aves cumplen con un importante control biológico para regular la población de especies como insectos, roedores y réptiles.
“Recordamos que la caza de dicha especie está prohibida en Colombia y se considera un comportamiento que afecta la fauna silvestre según el artículo 101 del Código Nacional de Policía, Titulo IX del Ambiente Capitulo II. El incumplimiento de esta normatividad tiene una sanción de multa económica de hasta de 35.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes y prisión de 48 a 108 meses”, recordaron desde Cortolima.
En la página de internet de la corporación autónoma señalaron que las águilas son cazadas porque hay una creencia infundada de que consumir la carne del ave tiene propiedades afrodisiacas y nutricionales.
“Esta es una especie que debe protegerse y salvaguardarse. Se considera que cerca de 800.000 de estas aves pasan el Tolima, sin embargo, ha disminuido su arribo a las zonas bajas del casco urbano de Ibagué y zonas rurales por las injustas matanzas que han ocurrido durante años”, destacaron en la misma web de la entidad.
Y advirtieron también que su consumo puede generar más bien problemas de salud, ya que entre sus presas están las ratas.
“El consumo de las aves cuaresmeras o alguna de sus partes puede causar enfermedades mortales, ya que se alimentan de roedores (ratas) y pueden trasmitir enfermedades al ser humano (bacterias o virus perjudiciales)”, explicaron a través de la web de la emisora Ecos del Combeima.
A propósito de este departamento del centro del país, se activó la alerta amarilla por la actividad volcánica del Nevado del Ruíz, movimiento sísmicos asociados al fracturamiento de roca dentro del edificio volcánico, por lo que, el departamento de Risaralda reportó emisión de ceniza que se esparce en diferentes direcciones dependiendo de la orientación del viento.
Por esta razón, los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío y Cundinamarca se encuentran en alerta amarilla.
“El último comunicado del Servicio Geológico ratifica que hay un incremento importante en la actividad sísmica del volcán, hace un llamado a los cinco departamentos, para el departamento de Risaralda se tiene establecida amenaza por caída de ceniza, se han venido haciendo mesas de trabajo socializando planes de contingencia”, señaló Diana Carolina Ramírez, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo.
Además, Ramírez manifestó que, “hemos estado haciendo monitoreo con los organismos de socorro a través del centro regulador frente a esta caída de ceniza y en contacto permanente con el Observatorio Geológico”.
La actividad actual del Ruiz está asociada al fracturamiento de una roca dentro del edificio volcánico, que está localizada en el sector Norte a 1.9 km de distancia con respecto al cráter Arenas.
Aunque las autoridades manifiestan que no hay un peligro latente, también manifiestan que si la inestabilidad del volcán lleva once años, es importante no acostumbrarse a su comportamiento y mantenerse atentos a la información oficial, la cual es publicada por el Servicio Geológico Colombiano de manera oportuna.