La moneda de 19 de los estados de la Unión Europea se ha devaluado 10,07% en 2022. Hay que dar 1,01 dólares por cada euro.
News Press Service
El euro no había estado en un nivel tan
bajo frente al dólar desde el 12 de diciembre de 2002
(pocos meses después de su entrada en operación), como en el que estuvo ayer
viernes de 1,01 dólares, aunque en las operaciones diarias alcanzó a tocar los
98 centavos de dólar, lejos de la cifra máxima de 1,60 dólares que llegó a
costar en 2008.
Al comienzo de 2022 se daban 1,14 dólares por cada euro.
Este nivel de casi paridad frente al dólar es un ejemplo de la volatilidad que
se está viviendo en los mercados mundiales por la alta inflación, los temores
de una recesión y los aumentos de tasas de interés en
Estados Unidos y la Unión Europea.
Pero la fórmula de aumentar las tasas para tratar de contener la inflación ya
ha venido siendo la receta que han venido aplicando la gran mayoría de bancos
centrales del mundo.
El euro cayó por debajo de 1,01 dólares en las primeras horas de la negociación
europea del mercado de divisas en un entorno de aversión al riesgo, por lo que
los mercados prevén que pronto llegará a la paridad frente al dólar e incluso
por debajo de esa moneda.
Varias autoridades del Banco Central Europeo dijeron que se podría considerar
una subida de las tasas de interés mayor en septiembre tras aumentarlos en 25 puntos
básicos en julio.
La noticia de que la economía estadounidense creó en junio
372.000 puestos de trabajo, un número muy similar al del mes
de mayo, generó una mayor fortaleza de la divisa estadounidense, hecho que se
ha reforzado en los últimos días con el anuncio de que la Reserva Federal (Fed)
de Estados Unidos va a elevar los tipos de interés de forma más agresiva, con
subidas más elevadas y rápidas que el Banco Central Europeo, y por eso sube el
dólar.
La preocupación de que Europa enfrente una recesión ha hecho que los
inversionistas busquen seguridad en el dólar. Ante el riesgo de que Rusia
restrinja aun mas el suministro de gas a Europa en los próximos meses, la
probabilidad implícita de que el euro alcance la paridad en el próximo mes ha
aumentado.
Aspectos claves
El analista cambiario Diego Rodríguez considera que hay un “diferencial de
tasas de interés entre Europa y Estados Unidos, que ya las ha subido tres veces
y en ese sentido la gente prefiere el dólar”.
Por otro lado está la crisis energética que enfrenta Europa por cuenta de la invasión
de Rusia a Ucrania y el conflicto que se viene dando desde
finales de febrero y en ese sentido hay que tener en cuenta que Estados Unidos
es un fuerte exportador de petróleo y Europa es un importador neto.
El analista dice que ya se va a confirmar una recesión técnica tras dos
trimestres negativos y todo lo que tiene que ver con la crisis energética que
afecta mas a Europa y adicionalmente hace que una economía como la de Alemania
enfrente problemas en su base exportadora que le afecta en el corto plazo.
Una cuarta razón es que en momentos, en los que hay dudas en al economía
global los mercados y los inversionistas
buscan refugio en la moneda de reserva y por eso hay más demanda de dólares.
Esos factores son los que más influyen para que el euro busque la paridad
frente al dólar.
Y esa misma dinámica es la que sucede en todo el mundo y las monedas y con el
índice DXY, que mide la variación de seis fuertes divisas (yen, libra, euro,
corona sueca y dólar australiano).
El índice de esas monedas, en donde el euro tiene el mayor peso, ha venido
perdiendo valor y ayer se ubicó en un nivel de 107 puntos.
La libra, que mantiene un valor superior al dólar, no obstante también se ha
visto devaluada fuertemente frente al dólar en las últimas semanas.
A los problemas ya descritos y que afectan a la libra, también se suman el diferencial
de tasas con Estados Unidos, el impacto del brexit (salida de la Unión Europea)
y el cambio político tras la renuncia del primer ministro Boris Johnson.
El analista considera que los países latinoamericanos, cuando vieron que la
inflación comenzaba a ser un problema serio, sus bancos centrales comenzaron a
subir las tasas y lo hicieron un año antes que la FED y ahí el diferencial
trajo flujos de dólares a los países y por eso a comienzos de año se presentó,
en general, una revaluación de las monedas y las materias primas (commodities)
registraron alzas, lo que hizo pensar en un nuevo superciclo de altos precios.
De otra parte, Diego Gómez de Corficolombiana, especialista en mercado
cambiario de la entidad, considera que todavía faltan
dos o tres meses de volatilidad fuerte en los
mercados y eso implica que hay riesgos en la actividad económica en Estados
Unidos, pero pese a ese factor, la FED se va a mantener con un discurso fuerte
y las tasas en alza para combatir la alta inflación.
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