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Por Manuel Alejandro Ardila Forero
El domingo se llevó a cabo las primeras votaciones del año en Colombia para elegir a los parlamentarios y a los candidatos presidenciales de las consultas, y como siempre, la jornada electoral no defrauda y dejó ciertas…¿casualidades? Pero no sorprende, hablamos de lo de siempre que son denuncias de fraude electoral desde todos los bandos, tarjetones embolatados, mesas de votación saltando el protocolo, denuncias de compra de votos y los habituales ‘quemados’ como denominan a quienes no superaron las expectativas con el número de votos.
Comencemos con la sorpresa de aquel día, que fue sin duda los resultados del camino a pulso y a consciencia de Francia Márquez. Mujer que representa a la comunidad afro, víctima de conflicto, sin ningún pergamino ni antecedente en la política logró un buen reconocimiento; y sin ser la competencia directa, envío al retiro a las figuras de Char, Peñalosa, Barguil, los Galán, Robledo y al mismo Sergio Fajardo (ganador de la consulta Centro Esperanza) que, con toda la experiencia en el degradado mundo de la política, algunos con grandes negocios, ciudades y alianzas no lograron superarla en cantidad de votos ni siquiera algunos haciendo de las suyas. Y por qué no, al mismo Oscar Iván Zuluaga también.
Con lo anterior se entiende que Francia tiene un buen panorama en el futuro, consolidó el respeto que fue ganando por sus intervenciones en los debates y, por el contrario, que hay otros candidatos e incluso partidos que ya van de salida y no son determinantes. Por su parte, los partidos tradicionales perdieron fuerza, pero siguen presentes; El Conservador y el Liberal lograron un mínimo aumento en sus curules, pero es el último mencionado el que se ve más afectado y debilitado. Los que quedaron defraudados con la votación fueron los militantes de los partidos Cambio Radical, Partido de la U y el partido del gobierno de turno, Centro Democrático. Dichos partidos cedieron terreno y serán las minorías del Congreso.
Volviendo al tema de las casualidades, las denuncias no se hicieron esperar. En varias ciudades notificaban que los cartones de las consultas estaban limitados, en algunas mesas se negaba la existencia de los cartones de varios partidos, en la Costa mostraron, por un lado, puntos de compra de votos y cómo tuvieron que hacer reconteo de votos en ciertos lugares con las linternas de los celulares al no haber luz. Adicional a esto, tanto el Pacto Histórico como Equipo por Colombia denunciaron fraude electoral (aspecto que se sigue investigando). Una más es ver ciertos resultados y votos que aún no se entienden.
Ver que personas como Alex Char, que antes de las elecciones se le ha venido acusando de narcotráfico y de comprar votos por noventa mil pesos, siga sumando electore; que el hermano de Musa Besaile (Cartel de la Toga y Odebrecht) se asegure en el congreso, que Piedad Córdoba siga en la contienda, o incluso, ver al día siguiente la renuncia de Oscar Iván Zuluaga a su candidatura presidencial para aliarse con Federico Gutiérrez…¿una jugada anunciada? Lo que sí se anuncia, a modo de oráculo y quizá apresurada, que el país cambiará el rumbo. Caras nuevas, futuros prometedores, figuras políticas que ya no se pueden almacenar más y sorprendentes victorias conforman el presagio de las elecciones.