Oportunidades y desafíos par América Latina y el Caribe
News Press Service
CEPAL
El litio es uno de los elementos fundamentales para la transición energética, en especial porque es un insumo hasta ahora insustituible para la producción de las baterías de iones de litio, una tecnología clave para la descarbonización del transporte y el almacenamiento de energía generada a partir de fuentes renovables.
Además, el litio es considerado un recurso estratégico por los países que cuentan con yacimientos abundantes. En América Latina destaca el denominado “triángulo del litio”, integrado por la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile, al tiempo que el Brasil, México y el Perú, con depósitos menos extensos, tienen posibilidades de desarrollar una importante producción.
La naturaleza estratégica del litio radica en sus posibilidades de contribuir al desarrollo económico de los países. Este recurso puede tener un impacto positivo a partir de una mayor creación de valor, es decir, del aumento del producto, de las exportaciones, del empleo y de la recaudación fiscal. Sin embargo, distintos actores en los países mencionados han considerado que su mayor potencial son las oportunidades de desarrollar capacidades productivas y tecnológicas asociadas al litio, que puedan contribuir al proceso de cambio estructural de las economías dotadas de abundantes recursos.
Desde la perspectiva de los Estados, esto exige políticas y normas que favorezcan la creación de bienes públicos, el desarrollo de capacidades e infraestructuras blandas y duras, y la movilización y el direccionamiento de los recursos necesarios.
Esto plantea la necesidad de una agenda de desarrollo productivo en torno al litio para promover su extracción en beneficio de las actividades económicas directa e indirectamente relacionadas al mineral.
Estas oportunidades, sin embargo, vienen acompañadas de desafíos para la propia actividad extractiva del litio, por los riesgos de las proyecciones de demanda y puesta en funcionamiento de proyectos para su suministro, posibles sustitutos del mineral o de las tecnologías que lo utilizan en sus componentes, así como para la actividad industrial, por las brechas en las capacidades de exploración y producción (aguas arriba o upstream) o consumo (aguas abajo o downstream) para insertarse en las cadenas de valor en torno al mineral.
Los Gobiernos también enfrentan retos vinculados a los espacios de mejora tanto en la captura de las rentas económicas derivadas de la explotación del mineral como en la distribución y el uso de estas rentas finitas para la inversión en otras formas de capital, pero, sobre todo, en la supervisión, vigilancia y control de las actividades extractivas por sus posibles impactos en el medio ambiente y las comunidades.
Como toda actividad extractiva, la minería de litio también ejerce presión ambiental y social sobre los territorios de extracción, lo que afecta la sostenibilidad de los ecosistemas allí presentes. En el caso del litio de salmuera, esto se origina principalmente en el estrés hídrico y los efectos sobre la biodiversidad y las actividades económicas tradicionales llevadas a cabo por los grupos sociales que habitan en las inmediaciones de los salares.
En este informe la CEPAL ofrece un análisis sintético de algunas de las dimensiones relevantes para analizar las oportunidades y los desafíos que presenta el litio para los países de la región ricos en el recurso.
También, se analiza la dinámica de las industrias de la electromovilidad y las baterías de iones de litio. Se describen algunas iniciativas adoptadas por los países donde el litio ha adquirido el carácter de insumo crítico y se muestra cómo los países de la región ricos en recursos han respondido a ello declarando que el litio es un recurso estratégico.
Observa el papel de los países de América Latina y el Caribe ricos en litio en la cadena de valor de las baterías de iones de litio.
Se examinan algunas dimensiones clave de los regímenes de gobernanza del litio en la Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional de) y Chile: los regímenes jurídicos que regulan la actividad vinculada al litio, las agendas o políticas públicas de desarrollo productivo para favorecer la agregación de valor, las normas dirigidas a promover la sostenibilidad ambiental y social, y los sistemas tributarios que se aplican a la actividad minera.
Igualmente el informe de la CEPAL ofrece lineamientos de política pública para contribuir al cambio estructural a partir de la industrialización de minerales estratégicos (para la transición energética y la electromovilidad) en consideración de lo analizado respecto del caso del litio. I. El mercado mundial de baterías de litio.
La transición energética y los compromisos sobre el cambio climático
El crecimiento exponencial de la demanda mundial de litio se explica, principalmente, por las transformaciones que ha desencadenado el proceso de transición energética en marcha en todo el mundo.
Entre los compromisos asumidos para limitar el calentamiento global se encuentran los dirigidos a reducir sustancialmente el uso de los combustibles fósiles, extender la electrificación, mejorar la eficiencia energética y utilizar combustibles alternativos (IPCC, 2022).
En el marco de este proceso, la electrificación del transporte, en combinación con el aumento de las fuentes de energía de bajas emisiones, implica una transición hacia un paradigma intensivo en minerales (AIE, 2021).
Muchos de estos minerales, entre los que se encuentran el litio, el cobre, el níquel, el cobalto y las tierras raras, han asumido un carácter crítico (AIE, 2021) que ofrece una comparación de la demanda de minerales de algunas tecnologías tradicionales y algunas de las introducidas en el marco del proceso de descarbonización.
Se observa que, por ejemplo, un automóvil eléctrico necesita seis veces más minerales que uno convencional, mientras que una planta de energía eólica mar adentro necesita nueve veces más minerales que una planta a gas con la misma capacidad. Asimismo, no solo se precisa mayor cantidad, sino también mayor diversidad de minerales.
De acuerdo con las proyecciones realizadas por la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda total de minerales a nivel mundial podría duplicarse en el escenario de políticas declaradas (STEPS) y hasta cuadruplicarse en el escenario de desarrollo sostenible (SDS) entre 2020 y 2040
.El litio es el metal que, de acuerdo con esta proyección, experimentaría un mayor crecimiento de la demanda, que podría multiplicarse por 13 y hasta por 42.