

Banco de la República
Bogotá. julio de 2023. News Press Service. De forma similar a como ocurre con el comercio exterior de bienes y servicios, la economía colombiana tiene un importante grado de apertura hacia el mercado internacional de capitales. De allí que los flujos de capital de entrada o de salida del país se comporten de forma muy activa y respondan a un sinnúmero de variables y estímulos económicos.
Uno de los componentes más importantes de dichos flujos son los denominados flujos de portafolio, que comprenden las inversiones en títulos de deuda pública, acciones y bonos privados.
Los agentes económicos que participan en esos mercados comprenden los fondos de inversión, los fondos de pensiones, los bancos comerciales y los inversionistas particulares, que pueden ser residentes o no residentes en el país.
Los flujos de portafolio pueden ofrecer importantes beneficios para el país, porque complementan el ahorro interno, promueven la competitividad del sector financiero y contribuyen a financiar el consumo y la inversión.
No obstante, también generan riesgo e incertidumbre por la rapidez y facilidad con la que pueden retirarse del mercado interno y por su alta sensibilidad a cambios en variables económicas o de otro tipo.
La preocupación principal de los responsables de política radica en cómo mitigar las salidas y entradas masivas de capital y su elevada volatilidad, especialmente durante episodios de alta incertidumbre en los mercados financieros.
De allí que para la autoridad monetaria sea de primordial importancia conocer los determinantes de los flujos de portafolio, su composición y dirección, y la forma como éstos reaccionan a las acciones de política monetaria y cambiaria.
Contribución
Para responder a estas inquietudes se examinó el comportamiento de los flujos de portafolio a partir de 2003, y se llevaron a cabo estimaciones de modelos econométricos con el fin de determinar sus respuestas a diversos choques.
También se incluyó un recuadro donde se analizó la recuperación de los flujos de portafolio en las economías emergentes y en Colombia después de la pandemia.
El período de estudio que abarcó este trabajo se caracterizó por importantes choques económicos tales como la crisis financiera global (2008-09); el desplome de los precios del petróleo (2014-15) y la pandemia del Covid-19 en 2020. Adicionalmente se produjeron importantes cambios normativos y de mercado respecto al tratamiento tributario de las inversiones de portafolio y la inclusión de los TES en los índices globales de bonos en moneda local. Estos eventos determinaron quiebres estructurales en el comportamiento de los flujos de portafolio que se identificaron en la primera sección del estudio y se tuvieron en cuenta en las estimaciones que se llevaron a cabo en las demás secciones del documento.
Igualmente, se emplearon fuentes de información alternativas tales como la balanza de pagos y la balanza cambiaria. La diversidad de metodologías y fuentes de información utilizadas permitió evaluar desde distintos ángulos las respuestas de los flujos de portafolio a sus variables determinantes, lo cual enriqueció los resultados el estudio.
Los flujos de portafolio pueden ofrecer importantes beneficios para el país, porque complementan el ahorro interno, promueven la competitividad del sector financiero y contribuyen a financiar el consumo y la inversión. No obstante, también generan riesgo e incertidumbre por la rapidez y facilidad con la que pueden retirarse del mercado interno y por su alta sensibilidad a cambios en variables económicas o de otro tipo.