

News Press Service
Por Ximena Martínez León
Experta en terapia de psicología sistémica, publicista, escritora. Autora del libro «Mil Vidas Antes de Morir». Líder del siglo XX por la Revista Estado & Política. Premio liderazgo en defensa de la vida, la familia y la vida Fundación Antonio Nariño y FENALPRENSA
En Colombia, se escuchan en el mes de septiembre de 2025, propuestas de más de una decena de mujeres, en su calidad de precandidatas a la presidencia de la República para el período 2026-2030.
Recorriendo ciudades como Bogotá, Cali, Medellín o Barranquilla, logré conservar con centenar de ciudadanos, quienes manifiestan que «no votarán por el género, sino por un proyecto de país».

Más adelante, argumentan que es «un plus que la candidata sea mujer». Una diputada mexicana Lizbeth Gamboa, dijo que «las mujeres cuando están en la calle, se olvidan que son mujeres. Compiten en las mismas condiciones de los hombres».
Lo cierto es, que desde la psicología sistémica puedo decir que cada campaña es única. Cada candidatura, también lo es.
Hace algunos años atrás, estuve cerca de una campaña presencial en Brasil que ganó una elección. «El voto femenino fue clave para el éxito».

Lo cierto, es que los colombianos de hoy. Quienes van a votar por primera vez, desean ser escuchados por las candidatas al Senado de la República, la Cámara de Representantes y la presidencia de la República.
De quienes se postulan a un cargo de elección popular -voto- debe ser una respuesta compatible con la realidad de un municipio, departamento o país.

Hacer política para la mujer del siglo XXI, es un proceso de mucha argumentación. Es necesario tener profundo conocimiento de las leyes. Un manejo especial con la gente. Con los compañeros de partido o de oposición. Las semanas que están por venir, las mujeres candidatas a un cargo público, a través del sufragio, necesitarán inteligencia emocional, resistencia, preparación y una enorme pasión