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Banco de la República
Por Jorge Toro editor
Los ingresos de remesas son principalmente flujos de divisas enviadas periódicamente por los emigrantes a sus familias en el país de origen con propósitos diversos tales como contribuir al sostenimiento del hogar, a la educación de los hijos, a la compra de vivienda o a otras inversiones que generen una renta de capital para el emigrante.
En 2021, el flujo de remesas recibidas por los hogares colombianos alcanzó un nivel de USD 8.597 millones (m), con un aumento anual de 24,4% que no se registraba desde el primer cuatrienio de la década del 2000, cuando su crecimiento promedio anual fue de 24% (Gráfico 1). Cabe señalar que, desde 2015 hasta marzo de 2020, los ingresos de remesas venían creciendo anualmente alrededor del 11%, ritmo de aumento interrumpido en marzo y abril de 2020 por la pandemia. La tasa de crecimiento del flujo remesas de 2021, superior a la registrada por el PIB y por los ingresos corrientes externos explica su mayor relevancia macroeconómica. En el último año, las remesas representaron el 2,7% del PIB en dólares y el 12,6% de los ingresos externos corrientes.
La literatura económica clasifica las motivaciones para enviar remesas al país de origen en los siguientes conceptos: i) altruismo, ii) motivo intercambio, iii) suavización del consumo en el tiempo, iv) seguridad, v) inversión, y vi) motivo herencia o preservación del derecho sobre los legados familiares, entre otras razones. Según esta clasificación, en el caso colombiano la motivación altruista sería la más relevante, como lo documenta un estudio llevado a cabo por investigadores del Banco de la República.
La evidencia econométrica contenida en el documento citado concluye que los ingresos de remesas al país crecen a medida que la emigración de colombianos aumenta y cuando sus ingresos mejoran, lo cual se aproxima por el crecimiento económico de los países donde los emigrantes se concentran. Aunque menos contundente, el estudio también halla evidencia del aumento temporal de las remesas en periodos de depreciación cambiaria. Estos factores contribuyen a explicar el crecimiento reciente de los ingresos de remesas.
La emigración internacional ha sido un fenómeno recurrente en Colombia desde los años sesenta. Las estadísticas de migración internacional publicadas por las Naciones Unidas revelan que Colombia registra un nuevo episodio de migración internacional de sus residentes en la última década. El número de emigrantes colombianos se elevó de 2,5 millones en 2010 a 3,02 millones en 2020 y, en 2021, su flujo habría sido de 279.831 colombianos (Gráfico 2.1). El destino de los emigrantes colombianos en los últimos años corresponde en mayor proporción a los Estados Unidos (27%), España (14,9%), Chile (5,7%) y nuevos destinos como Australia y Canadá, mientras que se han reducido los destinos tradicionales como Venezuela, Ecuador y Panamá (Gráfico 2.2).
El incremento de las remesas en 2021 estuvo asociado a las ayudas ofrecidas a los hogares durante la pandemia en los países donde residen los emigrantes. Dichas ayudas y el aumento de los salarios permitieron elevar el ingreso disponible de los hogares, al tiempo que reducían el gasto debido a las restricciones de movilidad. Ello creó las condiciones propicias para el crecimiento de los envíos de remesas a sus familias en Colombia. De otra parte, el deterioro de las condiciones económicas de los hogares colombianos y la acelerada depreciación de la tasa de cambio del peso frente al dólar y el euro ocurridos entre 2020 y 2021 fueron otro estímulo para el mayor envío de remesas hacia el país.
Como resultado del crecimiento de las remesas registrado entre 2015 y 2021, la participación de las remesas en el PIB anual expresado en dólares ha ganado importancia en los últimos años. Mientras en el año 2014 este indicador fue de 1,1% del PIB, en 2021 se estima en 2,7%. De igual manera ha crecido su relevancia como fuente de ingresos para los hogares colombianos; el monto de remesas expresado en pesos como proporción del ingreso disponible de los hogares se elevó de 2,8% a 3,4% entre 2019 y 2021. Una tendencia similar mostró la participación de las remesas en el gasto de consumo final de los hogares al pasar del 3,2% en 2019 a 3,8% en 2021. También es mayor la magnitud de las remesas recibidas en relación con los ingresos externos corrientes de la balanza de pagos de Colombia, de 10,4% a 12,6% entre 2019 y 2021, respectivamente. Adicionalmente, estos ingresos externos han beneficiado a un mayor número de receptores; el 26% de su incremento anual, US$ 1,688 m, se explica por los envíos a nuevos beneficiarios.
El crecimiento de las remesas desde 2020 se ha caracterizado por un mayor uso de mecanismos de transferencia internacional de divisas a través de plataformas en internet (canales digitales) lo que permitió superar las restricciones a la movilidad impuestas durante la pandemia del Covid-19. En 2021, se estimó que las remesas recibidas por canales digitales alcanzaron el 21% del total frente a 12% en 2019, lo cual se ha acompañado de una mayor proporción de remesas que son recibidas en Colombia directamente en cuentas de ahorro o corrientes; en 2021 esta proporción alcanzó el 46,4% del total mientras que en 2019 era de 31,5%. La competencia de las plataformas de envío de divisas por canales digitales que ofrecen comisiones más bajas que los canales tradicionales (bancos y empresas intermediarias de remesas) ha presionado a la baja sus costos de envío. A su vez, su recepción en cuentas de ahorro ha permitido que los beneficiarios aumenten sus posibilidades de acceso a crédito bancario.