Bogotá. News Press Service. El Nuevo Liberalismo tendrá nueva oportunidad dentro de la política colombiana. Eso, luego que este jueves se conociera la ponencia presentada ante la Sala Plena de la Corte Constitucional por el magistrado Jorge Ibáñez, quien aprobó concederle personería jurídica al movimiento encabezado por los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán.
La ponencia responde a la tutela interpuesta, entre otros, por la madre de los dos políticos colombianos, Gloria Pachón de Galán, viuda de Luis Carlos Galán, fundador del partido en 1979, luego de que el Consejo Nacional Electoral rechazo la misma petición en enero de 2019. Se recuerda, que dicha entidad le había reconocido la personería a la colectividad en 1986 y se la retiró en 1988 a petición del propio Galán.
El partido la recuperó en el año 2000 y pudo funcionar durante seis años antes de que el mismo Consejo Nacional Electoral se la retirara argumentando que el partido no consiguió los votos que ordena la Constitución para mantenerle la personería jurídica. Los Galán, insistieron y en 2017 volvieron a solicitarle al Consejo la recuperación de dicho estatus, encontrándose tras un dilatado proceso con la negativa ya mencionada, a pesar del recurso de reposición a favor, interpuesto por la Procuraduría General de la Nación.
El argumento fuerte del Nuevo Liberalismo ha sido siempre el mismo: que al igual que la Unión Patriótica fueron víctimas de violencia en el marco del conflicto armado, al experimentar el magnicidio de su máximo líder en vísperas de las elecciones presidenciales de 1989, así como el de al menos otros 50 miembros del partido, lo que les habría prevenido de participar en democracia y acceder a cargos de elección pública, incluido el máximo puesto del poder administrativo.
Otro argumento en ese mismo sentido tiene que ver con el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc, que señala que todos los colectivos políticos que desaparecieron en razón de la violencia tienen derecho a restablecer su personería jurídica y participar en la democracia colombiana.
En contraste, los argumentos del Consejo Nacional Electoral, que posteriormente fueron ratificados por el Consejo de Estado, señalan en primer lugar que, “las circunstancias fácticas y finalísticas ocurridas con el Nuevo Liberalismo no pueden compararse con las de la Unión Patriótica”, precisamente por la solicitud de retirar la personería jurídica a finales de los 80, y en segundo, que lo permitido por el acuerdo de paz todavía requiere ser desarrollado en el aspecto normativo.
Lo anterior, sin embargo, les abrió la puerta para llegar al Consejo de Estado, que dejó en firme lo decidido por el CNE, y posteriormente, a la Corte Constitucional, donde se presentó la mentada ponencia a favor, que en este momento ya se encuentra en estudio y requiere de cinco votos positivos para ser aprobada.
Sobre el futuro del movimiento, de llegar a recuperar la personería jurídica, el exsenador Juan Manuel Galán ha señalado que, “el Nuevo Liberalismo no es un partido de familia, de los Galán, ni de delfines. Este es un partido democrático que tiene instancias que, cuando resurjan, serán convocadas para tomar decisiones tan trascendentales como la confirmación de las listas”.
La colectividad cuenta con el apoyo de numerosos sectores, incluido el senador Rodrigo Lara, quien dijo a que la posibilidad de un resurgimiento le emociona. “Estoy muy contento, el Nuevo Liberalismo puede servir como una nueva plataforma”.
Así las cosas, Juan Manuel Galán, será candidato presidencial en la coalición de la Esperanza y en lanzamiento de listas para el Congreso de la República, para mantener la personería jurídica, se destaca el nombre de Bernardo Ordoñez Sánchez para Senado, quien ha sido concejal de Bogotá y exdiputado en la Asamblea de Cundinamarca.
Bernardo Ordoñez fue compañero de lucha de Luis Carlos Galán Sarmiento en la fundación del Nuevo Liberalismo
En la misma tónica se ha pronunciado la Coalición de la Esperanza de la que hace parte Juan Manuel Galán y que, por medio de un comunicado oficial, señaló que, “la potencia política de ese movimiento, el cual enfrentó a las peores estructuras criminales de nuestra sociedad —como el cartel de Medellín, en cabeza de Pablo Escobar— y a las fuerzas políticas que decidieron aliarse con ellas, y que siempre trabajó de la mano del pueblo, es algo que la sociedad colombiana necesita con urgencia en este momento histórico”.