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Por Fred Emiro Cruz
Fue un inquieto letrado, soñador, amante del pensamiento distinto, opinaba con razón, defendió la causa ecológica y rotulaba sus conceptos socio-jurídicos con conocimiento estructural. Rafael Vergara Navarro, nos acompañó 71 años, sus lecciones se pueden multiplicar por mil; amante de los recursos naturales, su gran aliada canina, una AKITA; inspirado poeta y existencia premium, experto en concatenar voluntades disímiles Este caribe platicaba con acento propio su inmenso universo de anécdotas, desde su niñez hasta su último suspiro, afanado por la ayuda del oxígeno, cómplice con sus ganas de existir, sus vivencias en el movimiento de avanzada M-19, sus andanzas, hasta su estadía en el barrio Crespo de su amada Cartagena. Soñó con un país ávido de cambios, pero finalmente desde la ruta de su viaje eterno deberá observar los alcances de su amigo entrañable, hoy presidente de la república, el economista Gustavo Petro Urrego; de él decía, sin temor a equivocarse, que soñaba por partida doble, dormido y despierto para mantener la luz a su alcance.
A Rafa, el “viejo” Rafa, como cariñosamente nos acostumbramos a decirle, retornó a mi radio de acción, en mi paso como director de la Cadena Super, ahí fue comentarista en el noticiero dirigido por Henry Pava, quien le dio el espacio como excelso analista; hizo parte de los estelares programas regentados por el escritor y humanista Gerney Ríos González, que dicho sea de paso fueron postulados a varios premios de periodismo, hasta alcanzar ese consorcio radial, un Simón Bolívar y el India Catalina. Se sensibilizó particularmente, con los Especiales Super, en plena semana mayor cuando vio y escuchó a un declarado ateo, decir: gracias a Dios se terminaron los días santos. Gozaba y deliraba con el comportamiento humano, suspicaz que tenía antipatía por el lenguaraz.
En los programas de Ríos González, Bajo el Signo pesos, Semana a Semana y El Personaje de Hoy, Vergara era un generador de ideas que llegaba, casi siempre de sorpresa, con datos recientes para alimentar los contenidos. Son muchos los recuerdos que hacen parte de un cúmulo de apuntes curiosos, simpáticos e históricos, propios de un desmemoriado de inteligencia suprema. Así, retrocedo lustros de amistad y tertulias con el defensor del agua, el ambiente, el poema sociológico, la naturaleza que preña la inspiración, y quién lo creyera el de la agenda ocupada desde la secretaría del ambiente que ejerció en la amurallada ciudad heroica.
En 1983 cumpliendo funciones de uno de los cancilleres del M-19, en el proceso de paz en el gobierno de Belisario Betancourt, la diversidad de género afloraba y en una de las ediciones de la prestigiosa revista Magazín al Día, con su director Gerney Ríos, a través de la coordinación del viejo Rafa Vergara, se logró la portada de la dirigencia del mencionado grupo guerrillero con la afamada Roberta Closse.
Posteriormente, coordinado por el periodista y escritor Óscar Castaño Hernández, nos reunimos en la calle 43 con carrera 8ª. el “viejo” Rafa, Óscar William Calvo, comandante del ejército popular de liberación y Gerney, bajo la premisa de “un país disparando ideas y no balas”,en la elaboración de un documento por la paz integral de Colombia y unas fuerzas armadas inclusivas, socialmente productivas.
Tres lustros después, finalizando el siglo XX reaparece el “viejo” Rafa y Gerney Ríos, con la motivación expresa de vincularse a los programas de opinión de la Cadena Super, siendo de buen recibo por parte de Henry y Juan Carlos Pava Camelo. Una constante, en los años 1998, 1999, 2000 y 2001, eran los diálogos los fines de semana, en su residencia ubicada en la avenida circunvalar con calle 77, barrio Rosales. Allí, uno de los temas era proyectar la candidatura de Gustavo Petro al Congreso de la República, porque Rafa soñaba con verlo empuñando la espada de Bolívar ante una gran multitud.