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Portafolio
La ansiada reapertura comercial entre Colombia y Venezuela, una de las premisas del Gobierno de Gustavo Petro, ya deja de ser un proyecto y el próximo 26 de septiembre se materializará.
Así lo adelantó este viernes el presidente Petro por medio de su cuenta de Twitter. “El próximo 26 de septiembre daremos apertura a la frontera entre Colombia y Venezuela (…) Confirmamos el compromiso del Gobierno por restablecer las relaciones de hermandad”, escribió el mandatario.
Su homólogo venezolano Nicolás Maduro, también aprovechó su cuenta de Twitter para afianzar el compromiso para la reapertura. “Me alegra mucho anunciar que a partir del 26 de septiembre daremos apertura conjunta a las fronteras entre Venezuela y Colombia (…) El intercambio y la cooperación entre nuestros pueblos, reinician con buen pie”, manifestó el jefe de Estado.
Entre las primeras actividades binacionales autorizadas está el regreso de los vuelos comerciales, comenzando, según se conoció por las rutas entre ambas capitales y entre Bogotá y Valencia. Las aerolíneas Wingo y Avianca, están entre aquellas que ya tienen la luz verde para surcar los cielos.
De esta forma, se concreta la reactivación de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, prometida por el actual mandatario en su campaña electoral. Los embajadores de ambas naciones ya fueron ratificados por las respectivas Cancillerías y Presidencias y ya se están desarrollando mesas de trabajo para ajustar las últimas tuercas.
Entre esos temas, destacó el embajador Armando Benedetti, los temas bilaterales que se ajustan se relacionan con seguridad y defensa; transporte y movilidad; asuntos migratorios; cooperación internacional; pasos fronterizos e infraestructura y asuntos consulares.
“Creemos que el mercado de Venezuela es un mercado muy importante, que siempre lo ha sido para Colombia, y que es un mercado complementario y en consecuencia, lo importante es que se regulen todas las condiciones, especialmente que se garanticen que los pagos se van a realizar”, apuntó a Portafolio, Julián Domínguez, presidente de Confecámaras.
Una reapertura desigual
Ambos
países llegan a esta reactivación de sus relaciones en un contexto
ampliamente diferentes
de sus economías y luego de tres años de escasos contactos, tras el reconocimiento de Bogotá a la
presidencia interina de Juan Guaidó en 2019.
En el ámbito económico, Colombia ha mantenido una senda de crecimientos
sostenidos a lo largo de los años, mientras el país vecino ha visto un decrecimiento de su PIB en más del 80%, que se ha revertido levemente en el
último bieno, impulsado por la liberación de la economía, la dolarización y el
auge de los precios del petróleo por la guerra en Ucrania.
También, en los últimos años, producto de las desinversiones públicas, los
servicios públicos en el occidente venezolano padecen innumerables
inconsistencias, como cortes eléctricos o fallas en el suministro de
combustible.
Una realidad que plasmó a Portafolio Tiziana Polesel, presidente de
Consecomercio, el
gremio venezolano que
agrupa a las cámaras de servicios y comercio.
“Hay que
tener muy presente que este proceso nos toma a los venezolanos un poco en
desigualdad de condiciones. Si nosotros evaluamos, en la zona del Norte de
Santander no tienen las debilidades que tenemos nosotros de este lado”, mencionó.
Polesel explicó que “en el Norte de Santander hay suministro de energía
eléctrica constante, combustible de manera constante, servicios de agua, la
conectividad tecnológica es muy buena”.
Esta coyuntura, dice la empresaria venezolana, les toma “en desigualdad de
condiciones”, pero aspiran a aprovechar esta reactivación comercial de esta zona del país para “ir
mejorando todo el tema de servicios públicos” que confiesa “le ha pegado tan
duro” a los empresarios venezolanos.
El líder de Confecámaras, Julián Domínguez, planteó que la mayor preocupación
de los agremiados está relacionado con la garantía de los pagos.
“Hay una preocupación vieja, porque en el pasado algunas obligaciones quedaron
sin pagar; hay esas sombras por allí”, dijo.
Álvaro Romero, presidente de la Cámara de Comercio de La Guajira, llamó la atención sobre la
institucionalidad de este proceso, un paso que hace falta para apretar las tuercas.
“Hay situaciones que ajustar por el tiempo que lleva cerrada la frontera. En la
medida en la que nos estamos preparando, también es bueno encontrar esta
institucionalidad para aprovechar ambos países”, mencionó Romero.