News Press Service
IPS
NACIONES UNIDAS – La guerra de Gaza, que dura ya siete meses, es quizá el único conflicto militar de la historia contemporánea que se ha cobrado la vida de más de 100 periodistas, incluidos los asesinatos selectivos.
Hasta el 26 de abril, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, en inglés), con sede en Nueva York, las investigaciones preliminares mostraron que al menos 97 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación se encontraban entre los más de 35 000 muertos desde que comenzó la guerra en Gaza el 7 de octubre, con más de 34 000 palestinos muertos en la Franja y Cisjordania y 1200 muertos en Israel.
Y, según un recuento de Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en París, al menos 103 periodistas han muerto por ataques israelíes en Gaza en los últimos cinco meses, «una de las guerras más mortíferas para los medios de comunicación», según la organización.
Christophe Deloire, secretario general de RSF, ha subrayado que esos 103 periodistas «no son cifras, son 103 voces que Israel ha silenciado, 103 testigos menos de la catástrofe que se desarrolla en Palestina, 103 vidas extinguidas».
Si algo demuestran las cifras es que, desde el 7 de octubre, «ningún lugar de Gaza es seguro, ningún periodista de Gaza está a salvo, y la masacre no ha cesado. Reiteramos nuestro llamamiento urgente para proteger a los periodistas en Gaza, añadió.
El CPJ ha declarado que está investigando todas las denuncias de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación muertos, heridos o desaparecidos en la guerra, «que ha provocado el periodo más mortífero para los periodistas desde que el CPJ empezó a recopilar datos en 1992».
Simon Adams, presidente del Centro para las Víctimas de la Tortura (CVT), que trabaja con supervivientes de torturas y defensores de los derechos humanos en todo el mundo, dijo a IPS que cuanto más atroz es la atrocidad, mayor es la necesidad de enterrar la verdad bajo los escombros de los ataques aéreos o esconderla en una oscura prisión.
Israel ataca a los periodistas porque teme su capacidad para denunciar los horrores que se están produciendo en Gaza, afirmó.
«Durante demasiado tiempo, Israel ha podido actuar con impunidad en los Territorios Palestinos Ocupados, lo que ha incluido el asesinato ocasional de periodistas, como el de la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh, en 2022», añadió.
Pero desde el 7 de octubre, señaló Adams, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) han elevado esta situación a un nivel completamente nuevo: bombardean, disparan o detienen de forma rutinaria a periodistas sólo por informar desde primera línea y ser testigos de crímenes de guerra.
En su opinión, demasiadas de estas muertes han sido consecuencia de ataques aéreos de precisión contra reporteros claramente identificados como tales.
«Con casi 100 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación muertos, afirmar que estas muertes son accidentales no sólo es incrédulo, sino que es un insulto a la memoria de los profesionales que vivieron sus vidas al servicio de la verdad y la precisión», dijo Adams, cuya organización tiene una serie de clientes refugiados que son ex periodistas y han sido detenidos y perseguidos en sus países de origen.
A su juicio, todos estos casos deben denunciarse ante la Corte Penal Internacional (CPI) y los responsables deben rendir cuentas. «Ser periodista no es un delito, pero matarlos sistemáticamente sí lo es», adujo.
Y añadió: «El Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo) debería celebrarse este año con un brazalete negro».
«Desde que comenzó la guerra entre Israel y Gaza, los periodistas han pagado el precio más alto, sus vidas, por defender nuestro derecho a la verdad. Cada vez que un periodista muere o resulta herido, perdemos un fragmento de esa verdad», afirmó Carlos Martínez de la Serna, Director de Programas del CPJ.
Recordó que «los periodistas son civiles protegidos por el derecho internacional humanitario en tiempos de conflicto. Los responsables de sus muertes se enfrentan a un doble juicio: uno bajo el derecho internacional y otro ante la mirada implacable de la historia».
En abril, los expertos designados por el Consejo de Derechos Humanos (*) expresaron su profunda preocupación por el alarmante número de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en los Territorios Palestinos Ocupados, especialmente en Gaza.
«Estamos alarmados por el número extraordinariamente elevado de periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que han sido asesinados, agredidos, heridos y detenidos en los Territorios Palestinos Ocupados, especialmente en Gaza, en los últimos meses, haciendo caso omiso del derecho internacional», afirmaron los expertos.
Señalaron que habían observado «informes inquietantes» de ataques contra trabajadores de los medios de comunicación a pesar de ser claramente identificables con chaquetas, cascos y vehículos marcados como «prensa», lo que parece indicar una «estrategia deliberada» de las fuerzas israelíes para obstruir y silenciar la información crítica.
Desde el 7 de octubre, según su recuento, 122 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han perdido la vida en la Franja de Gaza, y muchos otros han resultado heridos.
Cuatro periodistas israelíes murieron a manos de Hamás el 7 de octubre, cuando combatientes del grupo extremista que controla Gaza y otros militantes palestinos atacaron comunidades israelíes en el sur de Israel.
Condenamos todos los asesinatos, amenazas y ataques contra periodistas y pedimos a todas las partes en conflicto que los protejan.
Decenas de periodistas palestinos también han sido detenidos por las fuerzas israelíes tanto en Gaza como en Cisjordania, donde el acoso, la intimidación y los ataques a periodistas han aumentado desde los atentados terroristas de Hamás.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con sede en París, más de 1600 periodistas han sido asesinados desde 1993.
Otras amenazas contra periodistas, en línea y fuera de línea, siguen creciendo, especialmente en zonas no conflictivas.
La violencia en línea -especialmente contra las mujeres periodistas- y el acoso estimulan la autocensura y, en algunos casos, las agresiones físicas.
Los periodistas también han sufrido cada vez más agresiones mientras cubrían las protestas, por parte de diversos actores, entre los que se incluyen tanto las fuerzas de seguridad como los participantes en las protestas.
Numerosos informes y estudios confirman que las amenazas afectan en mayor medida a las mujeres periodistas y a quienes representan a grupos minoritarios, según la Unsco.
*Entre los expertos de la ONU figuran: Irene Khan, relatora especial sobre la protección y promoción de la libertad de opinión y de expresión; Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967; Mary Lawlor, relatora especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos; Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, y Ben Saul, relator especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo.
T: MF / ED: EG