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Por Ximena Martínez León
Experta en sicología sistémica, publicista, escritora.
Autora del libro Mil Vidas Antes de Morir
Líder del siglo XX en Colombia por la revista Estado & Política
E mall xm3370@hotmail.com
Cuando en la vida se toma la decisión por parte del hombre y la mujer de construir un hogar desde el matrimonio católico, civil y otra religión, nos preparamos para una etapa donde el amor y el sexo están presentes.
La primera que merece respeto, eres tú. Si, tú. No tú pareja. Al comprender está recomendación desde la sicología sistémica, nos llevará a construir el amor abundante frente al sexo.
Desde mi experiencia profesional de más de tres décadas en Colombia, América Latina, Europa y Australia, puedo decir que la persona que dice: si, acepto en matrimonio, parte del compromiso de dar amor.
«La fórmula secreta de una relación sentimental en matrimonio, debe partir de una pareja consciente de lo que pueden dar, compartir y dialogar. Cuál es tú aporte a este nuevo estadio de tú vida .
Cuando abrazas a tú pareja, abres tú corazón. En una relación sentimental sana, parte que el hombre y mujer posean su propio espacio. «NUNCA HAY QUE GUARDAR LA PALABRA TE AMO».
Estén juntos o separados.
El amor es una decisión y un compromiso. Más allá de: decir, si; acepto. Observan que estamos hablando de amor y no de sexo.
No todas las parejas que se casan se aman. Solo hacen el sexo. Es de un abismo descomunal entre un estadio y otro. Algunas parejas, se aman sin tocarse. Hay otras que se tocan todo el día y no se aman.
Paradójico. Sorprendentemente. La infidelidad es de personas inmaduras. La fidelidad es de personas comprometidas en el amor con la otra persona.
En sicología sistémica señores y señoras, la alquimia es el matrimonio real. «Es posible construir relaciones consientes. La química en pareja nos hace envejecer el cuerpo. La Alquimia se construye el Yo interior»
Es la magia del amor verdadero. El que aparece una sola vez en la vida. No es físico. Es del alma. Es del corazón. En mi caso, nació un 19 de noviembre: somos 1 + 1 = 3. El 3, es Dios en el hogar. Amén