
En el mes de la mujer, quisimos destacar algunas cifras importantes sobre el ecosistema empresarial y los desafíos que enfrentan las mujeres en el liderazgo.
Según nuestra encuesta MiPyme, el 73% de las empresas son lideradas por hombres, mientras que solo el 27% son lideradas por mujeres.
Por tamaño de empresa, las mujeres tienen mayor participación de liderazgo en las empresas de subsistencia, mientras que los hombres registran una tasa más alta en los demás tamaños.
El acceso al crédito es otro factor importante. Observamos que las empresas lideradas por hombres tienen mayor proporción de haber solicitado un crédito (25%) frente a las lideradas por mujeres (22%).

Bogotá, marzo de 2025. News Press Service. Además, persiste una diferencia de 10 puntos porcentuales en la aprobación de esas solicitudes a favor de los hombres. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) en Colombia representan el 99% del tejido empresarial, desempeñando un papel crucial en la economía.
A pesar de esa enorme participación, la equidad de género en puestos de dirección de estas empresas sigue siendo un gran desafío.
De acuerdo con la Encuesta MiPyme de ANIF 2022 – 2023, de las empresas de la muestra, el 73% son lideradas por hombres, mientras que solo el 27% son lideradas por mujeres.
Al analizar la distribución de liderazgo por tamaño empresarial, se observa que las empresas autónomas son las únicas que registran mayor participación de liderazgo de mujeres (23%) frente al de los hombres (16%), mientras que en el resto de los tamaños de empresas (micro, pequeña y mediana) hay mayor participación de liderazgo de hombres.
Esto podría explicarse porque las mujeres tienen mayores tasas de desempleo (15,8%) que los hombres (8,6%), y además el 45,4% de los hogares tienen a una mujer como cabeza del hogar, lo que aumenta la necesidad de autoemplearse en negocios de subsistencia.
Sumado a esto encontramos que, a nivel regional, las empresas en los centros productivos del país presentan distribuciones parecidas a las mencionadas anteriormente.

Sin embargo, en regiones más alejadas del centro como la región Atlántica, hay mayor participación de liderazgo de mujeres.
Estos resultados nos indican que los departamentos que concentran mayor actividad productiva y que aportan más al PIB total, tienen mayor liderazgo empresarial de hombres, contrario a regiones donde la informalidad es alta y la productividad y la educación son bajas.
Esto tiene implicaciones importantes frente al acceso al crédito para las mujeres, pues una empresa de subsistencia enfrenta aún más limitaciones para acceder a un crédito formal.
De acuerdo con nuestra encuesta, las empresas lideradas por hombres tienen mayor proporción de solicitud de crédito (25%) frente a las lideradas por mujeres (22%). Este problema se agudiza en las empresas de menor tamaño.
Por ejemplo. en las micro la tasa de solicitud es dispar entre géneros (26% hombres vs 22% de mujeres).
Esa brecha no solo se presenta en la solicitud de créditos, sino que una vez solicitado, las tasas de aprobación también evidencian una diferencia. Para las empresas lideradas por mujeres que solicitaron un crédito, al 66% les fue aprobado, mientras que las empresas lideradas por hombres tienen una tasa de aprobación de 76%.
Bajo este contexto, se puede evidenciar que el liderazgo de las mujeres en el entorno empresarial enfrenta desafíos importantes derivados de la alta informalidad, baja productividad, brecha salarial, entre otros.
Esto les da relevancia a programas enfocados en conocer mejor las dinámicas de las MiPyme e implementar programas que brinden soluciones innovadoras que propicien un ambiente empresarial inclusivo.
ANIF