

Bogotá, agosto de 2025. News Press Service. En un hecho sin precedentes en la historia judicial de Colombia, la jueza tolimense Sandra Liliana Heredia Aranda, titular del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, condenó al expresidente Álvaro Uribe Vélez por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
Con esta decisión, Uribe se convierte en el primer exmandatario colombiano en recibir una condena penal.
La jueza tolimense que halló culpable a Álvaro Uribe Vélez
Sandra Heredia nació en Alpujarra, un pequeño municipio del suroriente del Tolima, en el seno de una familia campesina.
Su niñez transcurrió entre las dificultades económicas y el trabajo en el campo, lo que la llevó, ya siendo una adolescente, a trasladarse a Flandes. Allí comenzó su vida en la Rama Judicial en 1994, inicialmente como notificadora en un reemplazo de apenas 44 días.
Con disciplina y constancia, fue escalando cargos como escribiente, oficial mayor y secretaria judicial, mientras cursaba sus estudios de Derecho en la Universidad Cooperativa de Colombia, sede El Espinal, donde se graduó en 2006.

Su carrera continuó en ascenso: fue juez municipal adjunta en Bogotá en 2009, luego juez Primero Municipal en El Espinal entre 2011 y 2013, y más adelante ocupó cargos por mérito en Ibagué y la capital del país. Desde el 1 de agosto de 2018 es jueza titular del Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá, desde donde ha emitido fallos relevantes, como la primera condena contra un miembro de la fuerza pública por violencia letal en el marco del Paro Nacional de 2020.
Así fue su actuación en el juicio
El juicio a Álvaro Uribe Vélez, que inició en enero de 2025, se extendió durante más de cinco meses y estuvo marcado por múltiples recusaciones, recursos y un fuerte debate público.
Durante las audiencias, se comprobó que el expresidente, a través de su abogado Diego Cadena, intentó manipular el testimonio del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, buscando que se retractara de sus señalamientos sobre los vínculos de Uribe con grupos paramilitares.
Además, se evidenció la presentación de pruebas falsas para favorecer al ex mandatario y perjudicar al senador Iván Cepeda, lo que configuró el delito de fraude procesal.
La decisión de Sandra Heredia fue clara y contundente: encontró culpable a Uribe de los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, aunque lo absolvió del cargo de soborno simple.
La audiencia de lectura del fallo duró más de diez horas y culminó con el anuncio de que la condena definitiva será leída el 1 de agosto. La Fiscalía pidió una pena mínima de nueve años de prisión, aunque es probable que, por su edad, Uribe la cumpla en casa por cárcel. La defensa ya anunció que apelará la decisión.
El fallo ha generado una profunda polarización en el país. Mientras los seguidores de Uribe lo ven como víctima de persecución política, sus detractores celebran la decisión como un acto de justicia histórica.
El presidente Gustavo Petro defendió públicamente la independencia del poder judicial y diversos sectores han exigido garantías de seguridad y no injerencia para los jueces.
Sandra Heredia se ha mantenido al margen del ruido mediático. Su actuación ha sido elogiada por su rigor jurídico e independencia.
Con este fallo, no sólo marca un hito en la jurisprudencia colombiana, sino que consolida su perfil como una jueza ejemplar que emergió desde una región olvidada para impartir justicia en el juicio más mediático del siglo
El Nuevo Día