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Su testimonio refleja una realidad que hasta hace poco parecía de ciencia ficción: desplazarse en un coche sin nadie al volante
Un paseo por las redes sociales nos permite estar en ocasiones en alguna serie futurista estilo Black Mirror.
«¿Te imaginas estar en mitad de China pidiendo con el móvil un taxi sin conductor? Pues no hace falta que lo imagines porque yo lo he hecho», relata un viajero que probó la experiencia en Shenzhen, una de las ciudades tecnológicas más avanzadas de Asia.
Su testimonio refleja una realidad que hasta hace poco parecía de ciencia ficción: desplazarse en un coche sin nadie al volante.
Y es que el gigante asiático ha realizado avances tecnológicos significativos en las últimas décadas, especialmente en áreas como la computación cuántica, la robótica, la inteligencia artificial, las telecomunicaciones 5G y la producción de energía renovable.
Sin duda es como vivir en el futuro, y más aún si vemos este vídeo del creador de contenido @beardedtravels.
En un país donde la innovación tecnológica avanza a pasos agigantados, la presencia de robots en tareas cotidianas ya no es una novedad, sino parte del día a día. El turista asegura que un vehículo Lexus acudió a recogerlo y lo trasladó sin intervención humana. «Es un robot taxi, chicos», dice el joven, mientras que la voz que se oye en el interior del vehículo le recomienda abrocharse el cinturón de seguridad.

Así es viajar en un taxi sin conductor: la IA toma decisiones como frenar o girar
Sensores y algoritmos iban calculando cómo acelerar, frenar o mover el volante.
El sistema monitorizaba el tráfico en tiempo real y tomaba decisiones como un conductor experimentado: cambiar de carril, adelantar o realizar giros sin titubeos.
Aunque la primera sensación puede ser de vértigo, esta experiencia confirma la consolidación de los taxis autónomos en China, un país que ha apostado fuerte por la movilidad inteligente.
Shenzhen, Pekín o Shanghái llevan años probando estos sistemas, y desde 2021 se han autorizado flotas comerciales de taxis sin conductor gestionadas por compañías como Baidu o Pony AI.
A nivel global, la carrera por los vehículos autónomos se aceleró en la última década. Estados Unidos fue pionero con Waymo, de Google, que ya opera servicios en ciudades como San Francisco o Phoenix, mientras que en Europa se realizan pruebas en países como Alemania, Reino Unido o Suecia. En España aún no hay una fecha definida para su llegada.
«Como puedes ver en la pantalla, muestra que el semáforo está en rojo. Ha parado justo en mitad de la carretera. Cada vehículo, así como los peatones están señalados. Si amplío, puedes ver los peatones en la calle.
Si quieres, puedes pulsar parar. Solo revisa el menú. Puedes poner música», cuenta en la grabación.
Según proyecciones internacionales, este tipo de transporte podría convertirse en común en muchas urbes antes de 2035, con la promesa de reducir accidentes y facilitar una movilidad más sostenible y económica.