

Por Alberto Restan Hincapie
Bogotá, octubre de 2025. News Press Service. En la lógica y planteamiento vocacional en cabeza del gobierno nacional se ha priorizado crear una especie de Universidad de la Paz, ha sostenido el representante Santiago Osorio.
De acuerdo con el parlamentario, en un terreno ubicado en inmediaciones a la Universidad de Caldas, que fue incautado a Gonzalo Rodríguez Gacha, se construirán residencias universitarias para albergar estudiantes de municipios como Manzanares, Marquetalia, Norcasia y de las demás regiones del departamento de Caldas.
Recordamos también que el ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, en articulación con el Ministerio de Educación, hizo la presentación pública de Artes para la Paz, un programa que desde el primer semestre de 2025 se ha consolidado como la iniciativa de educación y formación artística formal e informal más ambiciosa en la historia de Colombia.
Este programa es coherente con los compromisos internacionales en materia de educación y cultura, y se conecta con los paradigmas mundiales que entienden la creatividad como motor de desarrollo humano, social y económico sostenible.

En la Región 4, la Universidad de Caldas lidera la implementación del programa en seis departamentos: Caldas, Cundinamarca, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca. Solo en este territorio, más de 23.500 estudiantes de 500 instituciones educativas ya hacen del arte parte de su vida escolar cotidiana-
Artes para la Paz atenderá a 400.000 estudiantes entre 6 y 17 años en el segundo semestre de 2025, en 2.616 establecimientos educativos públicos, con una meta de llegar a 1 millón de beneficiarios en 5.000 colegios durante el cuatrienio. Para lograrlo, el programa proyecta la contratación de 4.000 artistas formadores y sabedores en 2025, con la meta de alcanzar 8.000 en el cuatrienio, fortaleciendo las trayectorias de educadores culturales.
Este esfuerzo nacional se traduce, en el caso de la Universidad de Caldas, en la operación de 220 centros de Música, 61 de Escritura Creativa, 51 de Danza, 13 de Audiovisuales y 9 de Teatro, además de apuestas combinadas. Para ello, se cuenta con un equipo de 328 artistas formadores en Música, 61 en Escritura, 57 en Danza, 18 en Audiovisuales y 11 en Teatro, que acompañan los procesos en los 33 nodos de la región
Con una inversión de 184 mil millones de pesos en 2025, el programa destina el 67% a procesos de formación, 20% a talento humano, 5% a dotación artística, 5% a convocatorias y 2% a gestión administrativa.
Para el 2025, las dotaciones incluyen dotaciones artísticas para 60 escuelas municipales y 53 colegios con formatos de músicas tradicionales, 100 instituciones con elementos de danza y 100 kits para fortalecer la formación en audiovisuales. En total, desde 2023 hemos entregado 611 dotaciones de kits musicales con el apoyo de la Fundación Nacional Batuta, la Asociación Nacional de las Artes, y la Fundación Canto por la Vida.
El programa contempla formación en música, danza, teatro, escritura creativa y audiovisuales, articulando los saberes de las comunidades con procesos formales e informales en todo el país.
Su modelo pedagógico se fundamenta en la creación, el vínculo y la convivencia, con enfoques de cultura de paz, biocultural, diferencial, psicosocial e interseccional de género.
La puesta en marcha del programa se realiza gracias a convenios con seis universidades públicas, la Fundación Nacional Batuta y la Asociación Nacional de las Artes (ANA), garantizando la vinculación de artistas locales. Alrededor del 40% de los formadores son sabedores, aportando a la preservación de tradiciones culturales y al fortalecimiento de la interculturalidad.
Artes para la Paz ya opera en los 32 departamentos y 732 municipios del país, con especial presencia en territorios PDET y ZOMAC. La cobertura se amplía también a centros penitenciarios, comunidades étnicas y jóvenes rurales, reafirmando que la cultura es un derecho y una oportunidad de transformación social.
Artes para la Paz es la ampliación y fortalecimiento de Sonidos para la Paz, programa que demostró el poder de la música como herramienta de reconciliación. Hoy, este nuevo capítulo integra todas las artes y consolida la apuesta del Gobierno Nacional por la cultura como derecho y como camino hacia la paz