
Bogotá, diciembre de 2025. News Press Service. El Gobierno Nacional autorizó la erradicación focalizada de cultivos ilícitos mediante aspersión terrestre doselar con drones.
Una herramienta técnica, regulada y supervisada que busca enfrentar el narcotráfico sin poner en riesgo la vida, la salud de las comunidades ni el medio ambiente, y cumpliendo estrictamente la ley.

El Gobierno precisó que esta medida no corresponde a aspersión aérea, ni es masiva discrecional. Se trata de una operación terrestre, a baja altura, con control visual directo, mínima deriva y tecnología especializada, que se aplicará únicamente en zonas donde otras modalidades no son viables.
La erradicación se realizará con drones EATBAND, operando aproximadamente a 1,5 metros sobre el dosel, lo que reduce de manera significa=va la dispersión del herbicida frente a la aspersión aérea tradicional.
El procedimiento se enmarca en criterios técnicos claros y verificables, y cuenta con controles opera=vos permanentes.
Esta decisión cuenta con el aval del Comité Técnico Interinstitucional del PECAT, cumple las exigencias del Plan de Manejo Ambiental y está bajo la supervisión de la Autoridad Nacional
de Licencias Ambientales (ANLA). Su adopción responde a evidencia científica, estudios técnicos y autorizaciones ambientales, no a consideraciones ideológicas.
El ministro encargado de Justicia y el Derecho, Andrés Idárraga, explicó que está modalidad de aspersión se realizará principalmente en los lugares en donde los grupos al margen de la ley intimidan a la población, confirmando que, «en los lugares en donde los grupos armados ilegales obligan a los campesinos a sembrar hoja de coca, allí es donde se realizará.
Con esta herramienta, se logrará brindarle mayores condiciones de seguridad a los miembros de la fuerza pública», destacó.
Asimismo, incorpora estrictos controles ambientales y de salud, incluyendo protección de fuentes hídricas, suelos y biodiversidad, franjas de seguridad, monitoreo de agua y suelo, uso exclusivo del herbicida autorizado y acompañamiento de autoridades técnicas y sanitarias durante toda la operación.
«Lo que se va a visibilizar en el proceso son los drones a una altura máxima de 1.5 metros
sobre la planta, pudiendo en 30 minutos, cubrir hasta una hectárea de hoja de coca.
Permitiendo que el químico llegue al lugar donde se necesita la aspersión, protegiendo la vida de los policías, de quienes habitan al rededor y el agua», recalcó el ministro Idárraga.
El Gobierno reiteró que esta herramienta es focalizada y complementaria, es decir que no reemplaza la erradicación manual ni la sustitución voluntaria, sino que las fortalece dentro de una política integral contra el narcotráfico.
Con esta decisión, el Estado actúa con evidencia, control y responsabilidad, reafirmando su compromiso con la legalidad, la protección de la vida y la defensa del ambiente.
