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El Servicio Geológico de Colombia registró un «aumento en la actividad sísmica» y ha mostrado «algunos cambios menores en la deformación de la superficie volcánica».
El organismo dijo en un comunicado que el aumento de esa actividad en el Volcán Nevado del Ruiz “se asocia al movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos”.
La información agregó que en las últimas 24 horas se han registrado varias señales sísmicas de nivel energético moderado asociadas a emisiones de gases y ceniza.
“Cabe mencionar que este fenómeno es recurrente, pulsátil (que pulsa o golpea) y ha caracterizado la actividad del volcán en los últimos años”, detalló el comunicado.
Sin embargo, en algunas ocasiones ha aumentado la cantidad de ceniza emitida, como ocurrió este viernes, que se ha comprobado por los informes de los lugareños y las cámaras instaladas en el área del volcán.
El SGC dijo que hoy, a partir del reconocimiento en el área volcánica, se evidenció aumento en el tamaño de las partículas emitidas por el volcán, observadas en las áreas más cercanas al cráter Arenas, hasta unos tres kilómetros de distancia.
“Esto puede indicar posiblemente ruptura de parte del domo o tapón que presenta el volcán, aunque se requiere mayor información y análisis para confirmar esta posibilidad, razón por la cual el Servicio Geológico Colombiano ha puesto mayor cuidado al comportamiento del volcán y ha iniciado una serie análisis que requieren preparación de muestras”, explicó el organismo.
Asociado a este fenómeno, algunos sistemas satelitales observaron varias anomalías térmicas de nivel moderado registradas el jueves, lo que indica posiblemente un mayor aumento de la temperatura en la superficie del domo que en los días precedentes. La información indica además que es “muy probable” que el volcán continúe emitiendo gases y ceniza, los cuales se dispersarán por el viento de la zona.
Sin embargo, el Ruiz continúa en nivel de actividad amarillo, lo que significa que pueden presentarse enjambres de sismos, algunos de ellos sentidos, emisiones de ceniza, cambios morfológicos, ruidos y olores de gases volcánicos, entre otros, que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica.
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