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La fecha se celebra a escala mundial con protestas a favor de más igualdad y derechos para la mujer. Así se ha vivido en España y en el resto del mundo.
En todo el mundo se están produciendo hoy manifestaciones y protestas para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Los manifestantes quieren demostrar que, más que una celebración, la fecha es una oportunidad para visibilizar situaciones de desigualdad.
No solo se han celebrado en España o en los distintos países de Europa, sino que es un movimiento global que promueve la igualdad entre hombres y mujeres tanto en condiciones salariales, como en derechos.
Miles de manifestantes desafiaron la lluvia este 8 de marzo en España para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Con paraguas y chubasqueros, los participantes demostraron que la lucha feminista continúa «contra viento y marea».
La lluvia no frena al movimiento feminista en Madrid
En Madrid, más de 80.000 personas según organizadores (25.000 según la Delegación del Gobierno) recorrieron las calles desde Atocha hasta Plaza de España bajo el lema «el feminismo era la lluvia necesaria«. El mal tiempo no impidió que la ciudadanía se volcara con la causa, demostrando que el compromiso con la igualdad supera cualquier obstáculo meteorológico.
La manifestación reunió a activistas de todas las edades, desde veteranas que llevan décadas en la lucha feminista hasta niñas que portaban carteles con mensajes como «no somos princesas, somos guerreras«. Hombres y mujeres acudieron unidos por la igualdad, subrayando el carácter inclusivo de un movimiento que muchos participantes definieron como beneficioso para toda la sociedad.

Un tema recurrente entre las manifestantes fue la alarma por actitudes machistas entre adolescentes. La preocupación por un posible retroceso en valores de igualdad entre los más jóvenes quedó patente en los testimonios recogidos. Muchas manifestantes señalaron la influencia negativa de las redes sociales y ciertos discursos que parecen estar calando entre la juventud. Las participantes insistieron en la importancia de no dar por sentados los derechos conquistados, señalando que cualquier avance puede revertirse si no se mantiene una actitud vigilante y combativa.
Hay dos movimientos separados: la de la Comisión 8M por la mañana y la del Movimiento Feminista de Madrid por la tarde. La misma situación se repitió en otras ciudades como Barcelona, donde las feministas marcharon en manifestaciones diferentes, evidenciando las discrepancias internas que atraviesa actualmente el movimiento. A la manifestación matutina asistieron representantes de PSOE, Podemos y Sumar
Una celebración que cala mucho en Europa
En Portugal, hoy hay manifestaciones en varias ciudades del país. La Red 8 de Marzo, que organiza las protestas, conmemora el 50 aniversario de la primera manifestación del Día de la Mujer después del 25 de abril, en 1974.
«Hace 50 años, las mujeres salieron a las calles de Lisboa en una manifestación histórica del Movimiento de Liberación de las Mujeres», escribe ‘Rede 8 de Março’, en la convocatoria de protestas cuyo tema es «Pan y Claveles».
En Italia, un colorido cortejo, con mujeres, hombres, pero también niños y ancianos, marchó por las calles de Roma hasta el Circo Máximo tras la manifestación convocada por noveno año consecutivo por la asociación ‘Non una di meno’.
El movimiento feminista y transfeminista lucha desde 2016 contra todas las formas de violencia de género y «contra todas las caras que adopta el patriarcado en la sociedad en la que vivimos». Según los organizadores, hubo más de veinte mil participantes.

Los manifestantes gritaron consignas contra todos los fascismos, la violencia contra las mujeres y el patriarcado. Pero también a favor de las mujeres palestinas o kurdas, contra los gobiernos de Milei en Argentina o Trump en EE.UU., contra la Europa que quiere armarse. Se lanzaron bombas de humo rosa y se exhibieron pancartas contra el ministro de Educación, Giuseppe Valditara. También se desplegó una pancarta por Giulia Cecchettin, la joven asesinada por su ex en noviembre de 2023, que se ha convertido en un trágico símbolo del feminicidio.
En Polonia, la interrupción voluntaria del embarazo vuelve a estar en el centro de las protestas. Activistas del grupo Abortion Dream Team han abierto un centro de distribución de pastillas abortivas junto al parlamento.
Este centro es una forma simbólica de presionar a los políticos para cambiar la ley, una de las más restrictivas de Europa. Los activistas estuvieron acompañados por seguridad privada durante la inauguración, en un país fuertemente influenciado por la Iglesia Católica.
La liberalización del aborto fue una de las promesas electorales del primer ministro Donald Tusk que, sin embargo, encontró resistencia dentro de la coalición con la que se gobierna el país.
En Turquía, miles de personas salieron a las calles en diferentes ciudades. Protestas que fueron vigiladas de cerca por la Policía antidisturbios. Varios grupos feministas acusan al Gobierno del presidente Recep Erdogan de restringir los derechos de las mujeres y de no hacer lo suficiente para abordar la violencia contra las mujeres.
En 2011, Erdogan retiró a Turquía del Convenio de Estambul sobre violencia doméstica. Este año 2025 ha sido declarado Año de la Familia, un proyecto que para las feministas es una forma de promover la limitación del rol de la mujer a la familia y la maternidad.
En Afganistán, el Gobierno emitió una declaración defendiendo los derechos de las mujeres del país. En el texto, los talibanes escriben que las mujeres afganas viven seguras y con sus derechos protegidos.
El portavoz del Gobierno talibán, Zabihallah Mujahid, también afirmó que la prioridad del país es defender la dignidad, el honor y los derechos de las mujeres.