News Press Service
FMI
William Quinn y John D. Turner
Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido, 2020,
Desde las burbujas de Mississippi y los mares del Sur de principios de 1700 hasta las subprime y los excesos chinos de la década de 2000, Boom and Bust: A Global History of Financial Bubbles proporciona una guía fascinante a través de un viaje histórico de crisis financieras especulativas. Sobre la base de análisis seminales de Charles P. Kindleberger ( Manias, Panics, and Crashes ) y John Kenneth Galbraith ( A Short History of Financial Euphoria ), los autores William Quinn y John Turner presentan un marco novedoso al que denominan el «triángulo de la burbuja» para evaluar y comprender los auges y las caídas.
Ven una burbuja financiera como un fuego, compuesto de oxígeno, combustible y calor.
El primer componente del triángulo de la burbuja es la comerciabilidad de los activos (la facilidad con la que se pueden comprar y vender los activos) que corresponde al oxígeno. El segundo factor es el dinero y el crédito, el nivel de las tasas de interés y el uso del apalancamiento financiero, que proporciona el combustible. El tercer ingrediente es el comportamiento especulativo, cuando la compra de un activo es impulsada principalmente por expectativas de un aumento continuo en el precio del activo, que es equivalente al calor.
Quinn y Turner identifican dos factores desencadenantes que han provocado incendios en los últimos 300 años: la innovación tecnológica y las políticas gubernamentales.
Las burbujas son difíciles de identificar con certeza en tiempo real; desinflarlos puede causar más daño que bien.
¿Cuáles son las implicaciones para los inversores y los responsables políticos? Desde la perspectiva de predecir locuras financieras, los tres lados del triángulo son necesarios para que se forme una burbuja y para que el fuego persista. Este marco también permite evaluar la gravedad de la caída: por ejemplo, el apalancamiento ha sido un indicador constante a lo largo de la historia. Además, se puede utilizar para interpretar el aumento de la frecuencia de las burbujas. La globalización de los mercados de capitales, la desregulación y los cambios tecnológicos han preparado el escenario para un aumento de la deuda. ¿Resultará esto en episodios de auge y caída más frecuentes y más graves en el futuro?
Me hubiera gustado que los autores se aventuraran más en el debate sobre políticas y presentaran medidas específicas a disposición de los responsables políticos para hacer frente a las burbujas perniciosas. Por ejemplo, ¿qué lado del triángulo se debe abordar primero? Los autores reconocen que los legisladores podrían reducir el dinero y el crédito, retirando así parte del combustible del fuego. Pero parecen considerar que medidas como endurecer la política monetaria o apoyarse contra el viento enfrentan desafíos insuperables. Las burbujas son difíciles de identificar con certeza en tiempo real y desinflarlas puede causar más daño que bien.
Pero las políticas macroprudenciales pueden ser un complemento útil de la política monetaria, de modo que las autoridades puedan lograr los objetivos tradicionales de inflación y estabilidad financiera, incluso si el marco macroprudencial aún está evolucionando, especialmente para las instituciones financieras no bancarias, e incluso si el conjunto de herramientas disponible es ciertamente limitado. .
Al final, los autores parecen aceptar la noción de que lo mejor que pueden hacer los legisladores es limpiar el desorden, mientras que los inversores deben actuar como «inspectores de seguridad contra incendios» y, como estudiantes de historia, ser conscientes de los peligros de los triángulos de burbujas. .