

Por Carlos Villota Santacruz
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Cusco, julio de 2025. News Press Service. Cuando en la próxima fase de la Copa Suramérica, ruede el balón en el estadio del Cusco en Perú, marcará el regreso del equipo de fútbol Cienciano, bajo sus raíces Incas.
Está institución centenaria, es el único equipo en el fútbol peruano con dos Copas en Internacionales: la Copa Suramérica y la Recopa.
El logro deportivo se alcanzó en la cancha, acompañado por una labor gerencial y administrativa liderada por Sergio Ludeña Visalot.

Desde la llegada, a la tierra de la cultura Inca, a las puertas de uno de los lugares iconos en el mundo: Machupichu, se siente el amor por la camiseta del Cienciano del Cusco, donde se trabaja futbolísticamente en las divisiones inferiores desde temprana edad. «Una labor que trasciende fronteras. Vas más allá de la educación y transformación de los pequeños deportistas, que hacen del fútbol su proyecto de vida».
En palabras del presidente del equipo Cienciano del Cusco, Sergio Ludeña Visalot, el retorno del fútbol peruano a los partidos de eliminación directa de la Copa Suramérica, es gracias a una labor institucional desde una acción local con visión global.

«Somos un equipo centenario. Somos un equipo que nació en el Colegio de la Ciencia. Desde el territorio de los Incas, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Donde el fútbol tiene otro color desde la naturaleza hasta el cielo», dice Sergio Ludeña Visalot, presidente del Cienciano.
El equipo cuenta con un Hotel que lleva su nombre, donde se concentra el cuerpo técnico y los jugadores, bajo el acompañamiento de más de una ventena de personas que cumplen roles específicos en el equipo: nutrición, logística y apoyo médico entre otros.
El «Papá del Fútbol Peruano», está de regreso en la Copa Suramérica. Se enfrentará en una nueva fase, con equipo por conocer, para comenzar el sueño de alcanzar la Copa, como lo hizo en el año 2003, frente al River de Argentina.
Un logro deportivo que trasciende en el tiempo. Que está en el corazón de los habitantes de la ciudad del Cusco. En cada rincón de Perú. También en el exterior. Cuando juega el Cienciano, la vida se viste de «rojo de corazón y amor por el equipo»