
Santa Marta, Magdalena, noviembre de 2025. News Press Service. En el marco de la IV Cumbre CELAC–UE, que se realiza en Santa Marta del 6 al 10 de noviembre, el Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia fue protagonista de los espacios de diálogo sobre derechos humanos y transformación de las políticas de drogas.
Durante su agenda académica y política, el Ministerio, bajo la dirección del ministro encargado Augusto Alfonso Ocampo Camacho, ha promovido una visión integral de la justicia que articula salud pública, derechos humanos y sostenibilidad ambiental.
En el III Diálogo Bilateral sobre Drogas Colombia – Unión Europea, que se desarrolló el 7 de noviembre, se realizaron sesiones técnicas y ministeriales de alto nivel con temas como:
- Lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
- Estrategias de atención y reducción de riesgos y daños.
- Desarrollo alternativo y recuperación de activos.
- Oportunidades de cooperación judicial internacional.
Otro de los espacios más destacados fue el conversatorio de carácter académico liderado por la Dirección de Política de Drogas y Actividades Relacionadas, a cargo de Marcela Tovar Thomas, en el Hotel Zuana.
Allí, delegaciones de Brasil, Uruguay y representantes de la sociedad civil de Argentina compartieron experiencias sobre el modelo latinoamericano de reducción de daños.
Además, el Ministerio exhibió en el corazón de la Cumbre, una exposición fotográfica que visibiliza las nuevas narrativas en torno a la política de drogas, resaltando el enfoque de derechos humanos y salud pública.
En las sesiones plenarias del 9 y 10 de noviembre, el ministro (e) Ocampo Camacho asistirá junto al presidente Gustavo Petro y otros miembros del gabinete.

En estos espacios se abordarán temas como justicia restaurativa, cooperación judicial, apoyo en doble vía entre el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) y la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA), así como el reconocimiento de responsabilidad internacional en el caso de la Unión Patriótica.
Con esta participación, Colombia reafirma su liderazgo regional en la construcción de una nueva política de drogas más humana, y su compromiso con una justicia transformadora, inclusiva y centrada en la dignidad de la población.
