
News Press Service
CEPAL
La pandemia de la enfermedad por
coronavirus (COVID-19) es la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra
Mundial, y los países en desarrollo sufren efectos económicos y sociales más
devastadores que los países desarrollados. El aumento del gasto de los
gobiernos relacionado con la pandemia, combinado con la drástica caída de los
ingresos fiscales, ha aumentado sus déficits fiscales y aumentado la
vulnerabilidad de su deuda. El aumento generalizado de los desequilibrios
fiscales y el endeudamiento ha dado lugar a mayores necesidades de liquidez en
los países en desarrollo, a pesar de la considerable heterogeneidad de sus
posiciones fiscales y perfiles de deuda.
Aliviar las restricciones de liquidez y expandir el espacio fiscal para todos
los países en desarrollo requiere mecanismos alternativos además de las
facilidades crediticias existentes. La nueva asignación general de US$ 650
mil millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) implementada el 23 de agosto
de 2021 proporcionó el mecanismo más conveniente para proporcionar liquidez
concesional a escala a todos los países, independientemente de su nivel de
ingresos. Aparte de su agilidad y efectos financieros, los DEG son el
único dispositivo democrático para mejorar el espacio político en las economías
en desarrollo, ya que no tienen condicionalidades. „ Los DEG tienen varias
ventajas sobre otras facilidades de crédito y líneas de financiamiento del FMI,
incluido el hecho de que no generan deuda, tienen un costo de uso muy bajo y
pueden reducir la prima de riesgo para los países altamente endeudados.