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Gobierno, empresarios, ciudadanos y analistas económicos ya se enfocan en el 2022, un año en el que ya se apuesta por un crecimiento entre el 3 % y el 5,5 % según la mayoría de pronósticos.
Si bien estas cifras consideran una desaceleración frente al efecto estadístico
de este año, un rebote tras la caída de pandemia, factor clave marcará el
desarrollo de la economía: las elecciones.
Si bien la incertidumbre será un factor presente, a nivel internacional se ve
con buenos ojos al país. La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (Ocde) prevé un crecimiento de 5,5 % en
2022, el Fondo Monetario Internacional
(FMI) elevó recientemente su apuesta a 3,8 %,
mientras que el Banco Mundial espera un 4,2 %, e incluso las calificadoras ven al país de forma
positiva pero mantienen su cautela.
“Se espera que el crecimiento se desacelere
el próximo año debido a tasas de interés más altas, la incertidumbre por las
elecciones y la desaceleración en el crecimiento de las remesas”, indicó Fitch
Rating, a través de un comentario emitido en las
últimas semanas. Igualmente, la calificadora dijo que a pesar de estas alertas,
mantiene la perspectiva en 3,9 %.
Por el lado de Moody’s la perspectiva está en 4%, mientras que Standard
& Poor’s todavía no ha revisado el 3 % que
estima desde hace varios meses.
Entre los analistas, son varias las posiciones en torno a las perspectivas del
próximo año y el efecto de varios factores sobre el
crecimiento. De este modo, Juan David Ballén director
de análisis y estrategia de la comisionista Casa de Bolsa menciona como las
elecciones y el crecimiento de este año incidirán.
“Hay dos factores importantes para tener en
cuenta, el próximo año tenemos elecciones, y estos resultados van a ser
fundamentales para la continuidad de la senda de recuperación de la economía, y
segundo, entre más logremos crecer en 2021, porque ya se habla de 10% o más, el
año entrante, por efecto estadístico, será más difícil crecer mucho, porque la
base comparativa es más elevada”, aseguró el
experto.
Por el lado de Banco de Bogotá, Camilo Pérez, gerente de investigaciones
económicas de la entidad, aseguró que tanto los ciudadanos como los empresarios
“podrían tener cierta aprehensión para
tomar sus decisiones, en la medida en que tenemos el tema electoral, y eso va a
generar bastante incertidumbre, lo que podría pausar el avance de la economía”.
Para el 2022 se espera que, al igual que en el 2021, el consumo privado sea uno
de los dinamizadores de la economía. Según el último reporte de la firma
Raddar, “el volumen de gasto de los hogares crece,
pero no la cantidad de hogares que compran más, lo que se presenta como una
señal de un crecimiento desigual del mercado”.
LA INFLACIÓN Y EL EMPLEO
Aunque las perspectivas se mantienen optimistas a pesar de la incertidumbre del
año electoral, también existen posibles ‘nubarrones’ en
el panorama, como son la inflación alta, que de
acuerdo con los analistas, podrá mantenerse durante la primera parte del año, y
el desempleo, que según el ministerio de Hacienda solo ha recuperado 85 % de
los puestos de trabajo frente a prepandemia.
Para el próximo año el Banco de la República estima que para 2022 la cifra se ubicará en 3,6
%, pero alerta sobre un alto margen de incertidumbre. El mercado es menos
optimista, y así es como Fedesarrollo espera un 3,8 % en la variación del Índice de Precios del
Consumidor (IPC), BBVA Research 3,9 %, XP Investments y Anif ven un 4 %, mientras Scotiabank
y Davivienda proyectan que la inflación será 4,1 % y Corficolombiana
y Casa de Bolsa estiman 4,2 % y 4,5 %
respectivamente.
Por el lado del empleo, que se ha venido recuperando pero aún no se ubica en
los niveles prepandemia, este constituye uno de los mayores retos para la
economía nacional. Mientras que el Banco de la República ve una cifra de 11,4 %
para el otro año, entidades como Anif creen que la tasa de desempleo estará
entre 12,5 % y 12 %, mientras que Fedesarrollo estima un 11,5 %.