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Epílogo
La Opinión
Por Mario Arias Gómez
A través de la historia de los tiempos, en el amplio mundo de la academia, de la investigación y la educación -herramienta única para no dejarse engañar por la propaganda-, el egresado es efectivamente el pilar fundamental, inalienable, indiscutible, invaluable de las instituciones que las acreditan, dan nombre, influencia, realce, son su verdadero patrimonio.
Al respecto, el más grande, diverso ranking mundial de las universidades -The Times Higher Education World University Rankings (ARWU)- lo conforman 1.799 establecimientos, de 104 países y regiones, basado en 13 indicadores de desempeño en cuatro áreas específicas: “enseñanza, investigación, transferencia de conocimiento y perspectiva internacional”. Harvard lidera el pilar de la enseñanza, Oxford el de la investigación. En la cima internacional está la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao.
Los cinco primeros lugares del Ranking U-Sapiens 2023-1 en Colombia -según © Sapiens Research-, los ocupan en su orden: Universidad Nacional de-Bogotá-; Antioquia-Medellín-; Valle-Cali-; Andes y Javeriana -Bogotá-. Inapreciable, omnisciente, omnipotente galardón.
‘EGRESSUS’, término latino que en el ámbito estudiantil significa: culminación del ciclo académico que conlleva el retiro definitivo mientras el graduado permanece vinculado con otro ciclo de estudio.
La Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima-Perú, creada por Real Cédula del 12 de mayo de 1551 por Carlos I de España, mirada desde la época virreinal, es la más antigua de América, la cual ha funcionado ininterrumpidamente hasta hoy, tenida oficialmente como Decana del Continente, ya que la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Santo Domingo, a pesar de haber sido establecida por bula papal en 1538, obtuvo en 1558 la aprobación Real, requisito sine qua non exigido por España. A causa de las guerras internas de la República Dominicana
De las aulas sanmarquinas han egresado calificados, influyentes, talentosos latinoamericanos: pensadores, investigadores, científicos, políticos -entre ellos 21 expresidentes peruanos-, escritores -el Nobel de Literatura (2010), Vargas Llosa- entre otros. A Simón Bolívar -El Libertador- le otorgó el doctorado ‘honoris causa’.
Los EGRESADOS -guardianes del saber- son el soporte reputacional de las instituciones certificantes compaginado con la percepción, pertinencia que la sociedad tiene de la educación superior, el cual evita que la fuente de lo sublime se seque, deje de romper paradigmas y de construir país; currículum que busca florezca el poder de la creatividad colectiva, de las comunidades, las personas -en términos estrictamente meritocráticos-, impulsar el progreso, el desarrollo ecológicamente sostenible, comprende el mundo y sus circunstancias.
Sobre lo anterior, el ensayista y filósofo, Ortega y Gasset, expuso: “Yo soy yo y mis circunstancias”, reiterando que la vida se compone del yo más las circunstancias: “Yo soy yo y mi medio”, umbilicalmente atadas. Inferencia sobre la que uno aprende a construir todos los caminos posibles, dado que en el terreno del mañana para hacer planes es demasiado incierto e inseguro.
Razonamientos abrumadoramente documentados durante el siglo que tomó a la Universidad La Gran Colombia, catapultarse. Alma Mater que suscita esta sincera apología pergeñada por un egresado agradecido, antes que el escasísimo tiempo de vida que nos queda se agote, que el destino inexorablemente nos llame a rendir cuentas, obligue a abandonar el escenario existencial. Vida no medida por la duración sino por la intensidad.
Contextos rica, meticulosa, amenamente escrutados en sus libros por el ínclito, empático escritor, Gerney Ríos González, aquilatado, egregio, intrépido, multifacético intelectual, enciclopedista; sincrético, sólido pensador Grancolombiano. MAESTRO -con mayúscula sostenida- cargado de conocimientos, reflexiones éticas, morales sobre la coyuntura sociopolítica y cultural; mejor amigo; quien, producto de su capacidad ejecutiva, desprendimiento, emprendió desde la fortalecida trinchera de luminoso historiador, la meritoria tarea de preparar -arriesgando tiempo y dinero, tranquilidad-, una antología con los más connotados egresados, valores de todos los tiempos, titulada: LÍDERES GRANCOLOMBIANOS, que no dudo en exaltar, salidos de nuestra común casona, LA GRAN COLOMBIA
Unión Europea premia a Gerney Ríos González, por su destacada labor contra la corrupción y defensa de los derechos humanos en Latinoamérica.
Diserto, ilustrado, inquieto, preclaro, reputado autor -de mérito positivo-; brújula intelectual que -lejos de cruzarse de brazos- desde su atalaya orienta una fértil utopía multicultural que irradia sabiduría, grandeza, sin faltar la denuncia social -el atraso, la penuria, el subdesarrollo-, el apabullante, conmovedor, desolado, inhóspito, irracional flagelo de los estómagos vacíos de los niños, que visibiliza, busca erradicar con originales propuestas con honda raigambre social. Tragedia ampliamente sustentada, difundida en la obra Ríos González.
Patriótica labor aplaudida por tirios y troyanos, árabes y europeos que le han granjeado honrosa admiración y convertido -justicieramente- en icónica, cimera celebridad.