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ANIF
La Reserva Federal de los Estados Unidos decidió mantener su tasa de política inalterada en el rango de 5.25% – 5.5%.
Las cifras de inflación de la economía americana sorprendieron a los mercados, ubicándose sistemáticamente por arriba del consenso de analistas.
El mercado laboral sigue evidenciando un comportamiento sólido, otra razón que motivó la decisión de FED.
Se espera una reducción de tasa desde junio de este año hasta alcanzar un rango de 4.5% – 4.75% a cierre de 2023.
La decisión de la FED antecede la junta directiva del Banco de la República de este viernes. El emisor ponderará en conjunto con esa decisión, los últimos datos de inflación y actividad económica para modificar su tasa.
Tal como anticipaban los mercados, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) optó por mantener su tasa de política monetaria en el rango de 5.25% – 5.5%. La decisión no sorprende dados los últimos indicadores en materia de inflación y desempleo, que se alejaron de las cifras esperadas y muestran una persistencia en el aumento del nivel de precios de la economía americana.
Más allá de esta decisión, en su declaración el presidente de la FED Jerome Powell dejó en claro su compromiso de retornar la inflación a su objetivo de largo plazo del 2%. Declaró que no habrá cambios en la tasa de política hasta que la inflación de señales de estar dirigiéndose a su objetivo de largo plazo. A comienzos de marzo, el U.S. Bureau of Labor Statistics (BLS) publicó las cifras de inflación para el mes de febrero.
Estas sorprendieron a los mercados, ubicándose sistemáticamente por arriba del consenso de analistas. La variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) para el mes de febrero se ubicó en 0.4%, ligeramente superior a la observada en enero de 0.3%.
Su variación anual fue de 3.2%, mayor que el valor esperado de 3.1%. La inflación núcleo (sin precios de alimentos y energía) presentó un comportamiento similar. Su variación mensual fue de 0.4%, y en términos de variación anual de 3.8%. En ambos casos un punto básico por encima de lo esperado.
Se muestra como la inflación se mantiene en niveles superiores al objetivo de largo plazo durante los últimos meses y no cede terreno de la misma manera como lo venía haciendo.
Las discrepancias son mayores en el índice de precios al productor (IPP). Se esperaba una variación mensual para febrero de 0,3 % y su resultado fue de 0,6 %. La variación anual alcanzó 1.6%, las más alta desde septiembre del año pasado y superior a la esperada de 1.2%.
Los precios de la energía y el transporte lideraron el incremento de este índice. Por otro lado, el mercado laboral sigue mostrando señales de comportamiento sólidas. Según el BLS, en febrero se crearon 275.000 nuevos empleos en las principales compañías de Estados Unidos.
Cifra superior al promedio observado de los pasados 12 meses. Con estas cifras de inflación y desempleo, la FED reafirma su compromiso de llevar la inflación hacia su objetivo de largo plazo, manteniendo inalterada, por quinta sesión consecutiva, su tasa de política.
Se espera que, si la economía evoluciona según lo proyectado, el nivel apropiado de la tasa de política se ubique en el rango de 4.5% – 4.75% a finales de este año, con tres disminuciones de 25 puntos básicos empezando en junio. Sin embargo, la FED está preparada a mantener la tasa en este nivel por más tiempo si lo considera apropiado.
Además, esa decisión antecede la reunión de la junta directiva del Banco de la República de este viernes, donde se espera que continúe la senda de reducción de la tasa de intervención dados los últimos resultados de inflación y actividad económica.
Por supuesto, esto implicaría un spread de tasas más pequeño, que podría impactar el flujo de capitales y por tanto la tasa de cambio. Sin duda, los mercados estarán atentos a la decisión que tome el emisor.