News Press Service
Por: Óscar Javier Ferreira Vanegas
Maestro de la voz y la alabanza,
guerrero de la vida
y la templanza.
Más que un narrador,
tu comentario
fue justo y veráz,
lo deportivo fue tu vocación y tu añoranza.
Te admiro, FREDEMIRO,
porque fuiste buen amigo,
noble y sapiente peregrino,
que nos trajo optimismo y esperanza.
Ayer, mañana, ahora mismo
el eco de tu voz toca mi alma.
Cada día tu mensaje y tu palabra
revivían el amor y la confianza.
En Grandiosa F.M
emitíste al aire tu proclama,
y la voz de Dios resonaba en tu garganta:
«Porque Dios está en medio de tí, como guerrero victorioso»
fue el postrer mensaje
de enseñanza.
Hoy recorres tus huellas infantiles,
por los caminos de valles y montañas,
de tu Garzón natal, tierra huilense,
al son de sanjuaneros y de cañas.
Te admiro, FREDEMIRO,
porque fuiste un buen amigo,
noble y cordial,
sin compromiso,
a cambio de amistad,
todo lo dabas.
Eres y fuiste,
hermano FREDEMIRO,
ejemplo de lealtad y de decencia.
La radio pierde a uno de sus hijos,
respetuoso del micrófono y la audiencia.
Hoy conocerás a Dios
en su omnisciencia:
haz llegado por fin a su presencia.
Un aplauso para tí,
mi noble amigo,
Un aplauso para tí,
gran FREDEMIRO.
Hoy me inclino ante tí con reverencia