Bogotá, agosto de 2024. News Press Service. Mucha se debatió desde que el presidente Gustavo Petro aseguró que las inversiones forzosas ya no serían solo una idea de su Gobierno, sino una realidad, y que para ello radicarían un proyecto de ley en el Congreso.
Olas de indignación se hicieron virales en redes sociales, y cientos de ciudadanos advertían que Colombia no era un lugar seguro para mantener los ahorros; centros de pensamiento advirtieron de la inocuidad de la medida para garantizar la reactivación económica; y, mientras el Gobierno arreciaba su discurso, el sector financiero hizo propuestas para sacar adelante las inversiones, pero por las buenas.
Fueron necesarias 19 reuniones entre Asobancaria y 20 directivos del sector financiero, en representación de los bancos, y varias entidades del gobierno nacional, y hasta el mismo presidente en persona, para que un acuerdo fuera posible.
En la tarde de este 27 de agosto se anunció que no habrá inversiones forzosas, y, en cambio, desde la banca se apostará por aumentar la inversión en cinco sectores clave, en lo que llamaron el Pacto por el crédito, cuyos detalles fueron revelados en una rueda de prensa convocada por el Ministerio de Hacienda en Bogotá.
El anuncio lo hicieron el presidente Petro; el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; Alexander López, director de del Departamento Nacional de Planeación; César Ferrari, superintendente; y la directora del Dapre Laura Sarabia.
Por parte del sector financiero estuvieron Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, y Mario Pardo Bayona, presidente Ejecutivo de BBVA y presidente de la Junta Directiva del gremio.
El jefe de Estado celebró este como un acuerdo que permitirá reactivar la economía, pues permitirá “asignar un mayor crédito a las actividades productivas de la economía colombiana”
Los sectores elegidos para recibir las nuevas inversiones, que serán créditos baratos, serán la construcción y mejoramiento de vivienda, la industria, la agricultura y el turismo. “En este momento llegamos a un acuerdo de un incremento para estos sectores productivos de $55 billones en los próximos 18 meses”, dijo el mandatario.
En ese sentido, el mandatario ejemplificó que “una señora confeccionista de pantalones, de camisas, un señor productor de piña en la agricultura, una asociación de albañiles o de madres cabeza de familia de un barrio popular, un pequeño constructor en Colombia podrá recibir mucho más crédito del que antes se venía asignando”.
Por su parte, Malagón indicó que “son sectores que solían recibir en periodos como de 18 meses, para hacerlo comparable, cerca de $195 billones de crédito.
Ahora van a recibir $250 billones de crédito. Quiere decir que se va a incrementar en $55 billones el desembolso para estos sectores, lo cual es un crecimiento del orden de 28%”.
De acuerdo con información preliminar, que sería presentada hoy, los desembolsos para vivienda e infraestructura pasarán de $31,8 billones en los últimos 18 meses a $40,6 billones en los próximos 18 meses; para manufactura y transición energética pasarán de $128,2 billones a $163,4 billones; para el sector agro pasará de $26,1 billones a $32,1 billones; para la economía popular de $700.000 millones a $4,1 billones; y para turismo de $6.8 a $8,4 billones.
“Los sectores estratégicos van a encontrar de parte del sistema financiero colombiano y de la mano del Gobierno Nacional muchos más recursos y más fondos prestables para el desarrollo de su actividad, para que, insisto, se conviertan en la punta de lanza de la recuperación de la economía colombiana y consoliden ese proceso que ya estamos viendo en los resultados del PIB”, dijo Malagón.
A lo que el presidente Petro agregó: “Esto reemplaza lo que habíamos llamado como inversión forzosa, es decir, que no tendremos que ir al Congreso de la República a hacer una ley”. Este es un acuerdo que cae bien. Casi siempre, hacer las cosas por las buenas resulta más provechoso para todas las partes involucradas. A la banca le conviene que haya reactivación económica, los dineros los entregará en crédito, no a manera de subsidio, pero la ejecución de los recursos la harán los bancos, no el gobierno, por lo que no hay un involucramiento del Gobierno en el funcionamiento del sistema financiero