Bogotá, julio 2023. News Press Service. “En la mayoría de los países del mundo, la inflación ha comenzado a ceder como respuesta a políticas monetarias contractivas y menores choques de oferta. Sin embargo, algunas naciones aun plantean la necesidad de endurecer su política monetaria”.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras de Colombia en su informe sobre el estado de la economía global hizo esta afirmación y además también dijo que la inflación en Estados Unidos ha mostrado un descenso paulatino desde junio del año pasado
En su análisis la ANIF dijo igualmente que el, el Reino Unido enfrenta una situación más compleja y que “la inflación núcleo mantiene una tendencia creciente durante los últimos meses, por lo que imprime presiones alcistas a la tasa de interés de política monetaria. Además, hay señales contundentes sobre un escenario de recesión y repercusiones sobre el empleo, que crean un dilema sobre si se debe priorizar el control de la inflación o la actividad económica”.
El gremio de industriales colombianos resaltó que en mayo de este año el dato de inflación en Estados Unidos se ubicó en 4 por ciento, el nivel observado más bajo desde marzo de 2021.
“Este resultado representa un comportamiento positivo luego de que el índice de Precios del Consumidor (IPC) llegara a su máximo (9.1%) en junio de 2022. Sin embargo, según Jerome Powell, presidente del Sistema de la Reserva Federal, se mantiene muy por encima del objetivo a largo plazo del 2%. Parte de los factores que contribuyeron a este resultado son la contundente caída en los precios de la energía, sumado a una desaceleración en las subidas de los precios de los alimentos”, dijo ANIF.
ENERGÍA
En el caso de la energía es importante destacar que disminuyó 3.6% en mayo debido a la caída de los principales índices de componentes energéticos y condujo a una contracción en la variación anual del 11.7%.
Por otra parte, la categoría de vivienda fue la que más contribuyó a la inflación total, sin embargo, existe un conceso en torno a la caída en los próximos meses. Lo anterior debido a que los costos de vivienda medidos en el IPC tienden a retrasarse porque la recopilación de datos de alquiler se hace cada seis meses.
En cuanto a los datos del sector privado, muestran que los alquileres de los apartamentos han caído en los últimos meses, lo cual podría sugerir que en el IPC aparecerá un eventual enfriamiento de los precios de la vivienda. De igual manera, Estados Unidos cuenta con el índice de precios de gastos de Consumo Personal (PCE), el cual actúa como el deflactor de precios, con la particularidad de que captura los cambios en los patrones de consumo de forma más precisa y actualizada.
Este índice también cayó desde junio de 2022 cuando llegó a 7%, el máximo en 41 años, a 4.4% en abril de 2023. No obstante, se encuentra 20pb por encima del resultado anual en marzo (4.2%). Puntualmente, la variación anual de bienes fue de 2.1%, así mismo se observó un incremento importante en los precios de los alimentos (6.9%). Sin embargo, la variación anual de servicios fue de 5.5% la cual se vio favorecida por la caída en los precios de la energía (-6.3%).
La ANIF explicó que el dato de inflación refleja la efectividad de la política monetaria restrictiva, en respuesta a los 10 aumentos consecutivos de tasas por parte de la Reserva Federal (FED) desde marzo de 2022.
Siendo así, dijo, que en la reunión de junio de 2023, la tasa de interés se mantuvo constante entre 5 y 5.25%. Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló en la conferencia de prensa posterior a la reunión, que “consideran probable realizar algunos aumentos adicionales de los tipos de interés este año para reducir la inflación al 2%“.
Así mismo, en las minutas de la reunión del Comité General del Mercado Abierto (FOMC), apuntan a que esta es una pausa temporal motivada por disminuir la presión sobre los consumidores y el sistema financiero, y que probablemente habrá que realizar dos subidas de tasas más en los próximos meses.
El aumento de la tasa de interés ha tenido consecuencias negativas sobre sectores sensibles al precio del dinero, como el sector de la construcción. Desde marzo de 2022 a abril de 2023, los desembolsos reales en construcción residencial han disminuido un 18.4%, y las ventas totales de viviendas (nuevas y existentes) han caído en un 20.8% hasta mayo de 2023. Así mismo, se sugiere que además de los créditos hipotecarios más altos, los bajos niveles de viviendas disponibles para la compra han frenado las ventas.
Los últimos datos sugieren que las medidas restrictivas de la Reserva Federal han reducido la inflación, sin tener que debilitar la economía. No obstante, existen diversos puntos de vista. Por un lado, según el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, la política monetaria no ha sido realmente restrictiva, lo cual da espacio a mayores aumentos de tasas.
Por otro lado, algunos analistas argumentan que los efectos de las subidas de la tasa de interés no se manifestarán sino hasta dentro de unos meses, por lo cual no será posible evaluar el impacto en la economía todavía.
En específico, hasta el momento, los datos del mercado laboral se han mostrado fuertes, lo que otorga mayor espacio a la FED para continuar con una política monetaria contractiva. Además, la velocidad de la disminución en el dato de inflación núcleo ha sido baja y por tanto las expectativas de los mercados reafirman que se verán más alzas en la tasa de interés de política monetaria antes del cierre del año.
Junto con el buen comportamiento del mercado de trabajo, el acuerdo sobre el aumento en el techo de la deuda evita que se deban hacer recortes de gasto y permite que la trayectoria de la economía se mantenga estable en los próximos años, indica el documento de ANIF.
Además, dice que las turbulencias por las quiebras de bancos, luego del sonado caso del Silicon Valley Bank, se han apaciguado. Con lo anterior, los analistas consideran que las probabilidades de que los Estados Unidos enfrenten una recesión han caído considerablemente. Aún, así, permanece la duda sobre si la FED deberá seguir con un incremento en las tasas de interés, sabiendo que existe el riesgo de que esto dirija a una recesión.
Por tanto, aunque las noticias sobre la fortaleza del mercado de trabajo permanecen positivas y las probabilidades de recesión hayan disminuido, algunos analistas temen que las cifras sean leídas con más optimismo del adecuado por parte de la Reserva Federal y ejecuten una política monetaria más agresiva que conduzca hacia una recesión leve.
De hecho, los inversionistas de los bonos del tesoro continúan descontando una recesión, pues la curva de rendimientos se encuentra invertida. En específico, esta conducta atípica, que suele preceder las recesiones, significa que los inversionistas ven mayor incertidumbre en el corto plazo que en el largo plazo y por tanto piden una mayor compensación por bonos a 2 años que por bonos a 10 años.
Aunque las magnitudes son mayores a las observadas antes de 2008, los analistas aseguran que esto no es indicativo de la severidad de la recesión y esperan que, en caso de concretarse, esta sea leve. Reino Unido: el dilema entre la inflación y la recesión El dato de inflación para mayo en Reino Unido se ubicó en 8.7% y continúa siendo elevado, con una tendencia al alza.
Con este resultado, Gran Bretaña se aleja de su meta, establecida en una inflación equivalente al 2%. A su vez, analizando el dato de la inflación sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, pasó de 6.8% a 7.1% para el mes de mayo.
Lo anterior la ubica en la más alta desde 1992 y la mayor para los países del G7. Además, preocupa que, dentro de este grupo de países, Reino Unido sea el único en donde el indicador no presenta una tendencia a la baja.
Ahora, analizando los datos de una manera más desagregada, y tal como se observa en el gráfico 5, los servicios presentaron un incremento de 0.5pp, pasando de 6.9% a 7.4% para el mes de mayo.
Dentro de las principales actividades económicas que jalonaron los precios al alza se encuentran los vuelos, las actividades y servicios recreacionales y culturales y los carros de segunda. Por el lado de los bienes, se observa una leve disminución de 0.3pp en la cual la inflación pasó de 10% a 9.7% para el mes de mayo.
Dentro de los principales factores que contribuyeron a su decrecimiento fueron los menores precios en la energía. Sin embargo, el dato para los bienes continúa siendo elevado. A su vez, el CPIH, otro indicador con el que cuenta el país para medir la inflación que agrega a su medición los costos asociados a vivir en una vivienda propia, también refleja un aumento.
Observa que hubo un aumento con respecto al mes pasado y se ubicó en 7.9%. Dentro de las actividades que más contribuyeron a su incremento fueron los servicios del hogar provenientes de electricidad y gas, sumado a la comida y las bebidas no alcohólicas, además de las actividades culturales.
De hecho, aclara que, para el rubro de recreación y cultura, el último dato es el más elevado. Dentro del Reino Unido, actividades como entradas a conciertos, eventos deportivos y de videojuegos tuvieron las mayores alzas.
Además, al tomar el CPIH núcleo, este registró su dato más elevado desde 1991, situándose en 6.5%, en comparación al 6.2% que registró el mes pasado. Con base en lo anterior, se observa el complejo escenario que vive Reino Unido, en la cual existe una demanda que se mantiene fortalecida en contraste de una oferta que continúa siendo débil y jalona la inflación al alza. Lo anterior, principalmente, por los estímulos fiscales que se otorgaron en la pandemia y por la crisis energética derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania. En contraste, según han establecido los analistas, la fuerza laboral económicamente activa se mantiene por debajo de los niveles pre pandemia.
Buscando controlar esta situación y como respuesta al aumento en la inflación, el Banco de Inglaterra (BoE) ha llevado a cabo una política monetaria contractiva desde 2021 según se observa en el siguiente gráfico. A su vez, para el mes de junio tomó la decisión de continuar subiendo su tasa de interés en 50 puntos básicos, ubicándola en 5%. Además, según lo establecido por Andrew Bailey, la prioridad será devolver la inflación al 2%, por tanto, es altamente probable que continúen con un aumento en las tasas de interés.
Con respecto a las expectativas del mercado estas se sitúan en que habrá otras alzas, ubicando la tasa al finalizar el 2023 en 6%, la mayor en los últimos 20 años. No obstante, el Reino Unido se encuentra en un dilema entre priorizar el crecimiento de la economía o el control de la inflación. Varios analistas advierten sobre las probabilidades de que la isla se enfrente a una recesión si se continúa con el incremento de las tasas de interés.
La teoría monetaria establece que el alza de las tasas busca desincentivar la demanda como estrategia para controlar el aumento de precios, pero es claro que este desincentivo al consumo también repercute sobre la actividad económica y puede ralentizar el crecimiento o incluso generar una contracción sobre el producto interno bruto.
De acuerdo con lo anterior, también resulta evidente la conexión de la política monetaria con el nivel de desempleo. Si la actividad económica se desacelera, o incluso se contrae, también disminuye el número de trabajadores requeridos y, en consecuencia, se engrosa el desempleo.
Bajo esta lógica, el indicador de Sahm4 puede dar señales del inicio de una recesión por medio de los datos del mercado laboral, gracias a que se revelan antes que los datos del Producto Interno Bruto y de la oficialización de una recesión por parte de las autoridades correspondientes.
En Reino Unido el indicador de Sahm, aunque se encuentra aún por debajo del umbral, muestra una tendencia creciente que sugiere repercusiones sobre el mercado laboral y podría anunciar una recesión en los meses próximos.
De manera complementaria, los analistas también han hecho seguimiento a la curva de rendimientos que actualmente se encuentra invertida, así como antes de la crisis del 2008. Este comportamiento en la curva de rendimientos implica que los inversionistas ven mayor incertidumbre en el corto plazo que en el largo plazo y por tanto piden una mayor compensación por bonos a 2 años que por bonos a 10 años, que además se encuentran en niveles históricos.
En este sentido, aunque el aumento de tasas por parte del Banco de Inglaterra parece ser la medida correcta para el control de la rebelde inflación, las advertencias sobre impactos negativos en la economía se empiezan a poner sobre la mesa al momento de tomar decisiones sobre nuevas alzas.
CONCIERACIONES FINALES
Concluye ANIF que en Estados Unidos y Reino Unido aún se plantea la posibilidad de continuar con aumentos en las tasas de interés de política monetaria. En primer lugar, la inflación de los Estados Unidos ha mostrado un descenso paulatino desde junio del año pasado.
Sin embargo, la velocidad del descenso es menor a la esperada, por lo que la FED anunció la posibilidad de nuevos aumentos antes del cierre de 2023, para lograr llegar al valor objetivo de 2%. Empero, algunos analistas señalan un riesgo de que estos aumentos de tasa provengan de una lectura muy optimista de las cifras del mercado laboral y acerquen a los Estados Unidos a una recesión leve.
Por otra parte, el Banco de Inglaterra se enfrenta a un dilema: la inflación núcleo ha presentado resultados desalentadores pues reporta una tendencia creciente durante los últimos meses a pesar de los esfuerzos de política monetaria.
Lo anterior, se combina con señales de repercusiones negativas sobre el empleo que anunciarían la llegada de una recesión. Por estos motivos las decisiones deberán ponderar qué tanta importancia se da al control de la inflación frente al crecimiento económico y la estabilidad del empleo.