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Banco Mundial
David Malpass
Con antelación a la próxima reunión de la mesa redonda sobre la deuda soberana, que se realizará el 12 de abril, me gustaría ponerlos al día sobre las últimas novedades y reiterar mi llamado a adoptar rápidamente medidas para la sostenibilidad de la deuda de los países con problemas de endeudamiento.
Durante mi intervención (i) en la reunión de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20, efectuada el 24 de febrero de 2023, describí los principales desafíos en materia de deuda que enfrentan numerosos países en desarrollo. Mencioné a Zambia, Ghana y Etiopía, donde el proceso de reestructuración de la deuda se ha estancado o es necesario que se acelere urgentemente. Varios países de ingreso mediano enfrentan también un alto riesgo de sobreendeudamiento, y requieren un camino hacia una reestructuración significativa de la deuda.
La mesa redonda sobre la deuda se reunió en Bengaluru el 25 de febrero, donde esbocé tres principios para una reestructuración significativa de la deuda (enlace a la página [i]). Estos principios siguen siendo relevantes y urgentes, antes del próximo encuentro:
- Resolver el desafío de la deuda soberana es esencial para el desarrollo y es de interés colectivo, dado que las resoluciones más rápidas permitirán la inversión y el crecimiento;
- El Banco Mundial contribuye plenamente al proceso de resolución de la deuda proporcionando financiamiento en condiciones sumamente concesionarias, que incluye donaciones y recursos positivos netos durante los retrasos en las reestructuraciones, y apoyará reestructuraciones de deuda con recursos en condiciones concesionarias y recursos positivos netos, ya que estos procesos permiten a los países volver a tener una deuda sostenible, y
- Debería existir un proceso más previsible que permita avanzar de manera más rápida hacia la sostenibilidad de la deuda. Para satisfacer las necesidades de financiamiento, será importante aplicar normas de transparencia y comparabilidad de tratamiento, incluida una tasa de descuento común.
Finalicé mi participación en la reunión del 25 de febrero de la mesa redonda sobre la deuda instando a avanzar en lo siguiente: memorando de entendimiento con Zambia, comité oficial de acreedores de Ghana, reestructuración de Etiopía y garantías financieras de Sri Lanka .
Me alegra ver algunos avances en las últimas semanas en Sri Lanka y Ghana, y llamo a realizar esfuerzos decisivos en Zambia y Etiopía.
Las autoridades de Sri Lanka han obtenido de sus principales acreedores seguridades de financiamiento suficientes para cumplir con el análisis de sostenibilidad de la deuda realizado por el FMI y desbloquear el programa respaldado por este organismo, que recibió la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI el 20 de marzo. Sri Lanka podrá aplazar por dos años los pagos del servicio de la deuda bilateral y privada y trabajar en los próximos meses en pos de un tratamiento de la deuda que permita lograr la sostenibilidad de la deuda a mediano y largo plazo. El país ya cumple con los criterios para recibir apoyo en condiciones concesionarias de la AIF-20 dada la disminución de su ingreso per cápita, aunque no es elegible para el Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP) del FMI. El paquete de financiamiento de la AIF de USD 1750 millones acordado para un período de cuatro años a partir del ejercicio de 2023 proporciona recursos en condiciones sumamente concesionarias. Una vez aprobados por el Directorio del Banco Mundial, los créditos de la AIF tendrán como objetivo respaldar inversiones y reformas muy necesarias para mejorar la sostenibilidad fiscal, aumentar la resiliencia y la eficiencia del sector financiero, y fortalecer las redes de protección social .
En Ghana, se continúa trabajando para establecer el comité oficial de acreedores de conformidad con el Marco Común del G20. Dicho comité reunirá a los acreedores del Club de París, China y otros acreedores bilaterales oficiales no pertenecientes al Club de París bajo la Presidencia de Francia. La reestructuración de la deuda interna sigue siendo un desafío, pero se ha producido una buena colaboración entre el Banco Mundial, el FMI y los acreedores bilaterales oficiales y del sector privado con respecto al intercambio de información clave relevante sobre el marco macroeconómico, la composición de la deuda y los pagos del servicio de la deuda.
Sigo profundamente preocupado por el estancamiento de Zambia, que ha trabajado en una reestructuración de la deuda en virtud del Marco Común durante más de dos años. Ha emprendido reformas fiscales y económicas para garantizar la estabilidad y fomentar el crecimiento. Las opciones de reestructuración fueron presentadas a los acreedores bilaterales a mediados de enero por la Secretaría del Club de París/Marco Común, pero no se ha llegado a un acuerdo sobre el tratamiento de la deuda. Esto es necesario para que el FMI pueda completar el primer examen de su programa y proporcionar desembolsos a Zambia. El Gobierno de Zambia ha tomado muchas medidas decisivas que han permitido que continúe el considerable apoyo de la AIF, entidad miembro del Banco Mundial. Ahora los acreedores internacionales deben proporcionar alivio inmediato de la deuda para mantener el Marco Común.
La implementación del acuerdo de paz en Etiopía crea una oportunidad para la comunidad internacional de apoyar las reformas económicas que tanto se necesitan. Otro paso importante es alcanzar un acuerdo inmediato con el FMI. Esto podría ayudar a desbloquear un convenio en virtud del Marco Común que devolverá al país a la senda de la sostenibilidad de la deuda.
Antes de la reunión del 12 de abril, los copresidentes de la mesa redonda mundial sobre la deuda soberana (el Grupo Banco Mundial, el FMI e India que preside el G20) están trabajando para llegar a un acuerdo con los acreedores oficiales y del sector privado y los países deudores con respecto a los elementos fundamentales de un proceso de reestructuración de la deuda en virtud del Marco Común reforzado del G20. Entre los aspectos técnicos, el Banco Mundial pide plazos más claros, una suspensión del servicio de la deuda por parte de los acreedores oficiales y del sector privado al inicio de un Marco Común, y otras medidas. También espero que podamos llegar a un pacto colectivo en materia del tratamiento de los intereses devengados y las sanciones acumuladas durante la reestructuración de la deuda.
Para que el proceso del Marco Común sea más transparente, es importante acordar mecanismos claros y tempranos de intercambio de datos entre todos los acreedores, entre ellos el análisis conjunto de la sostenibilidad de la deuda del Grupo Banco Mundial y el FMI, y obtener el compromiso de los deudores y acreedores para una conciliación oportuna de la deuda. Para reducir la incertidumbre y el riesgo moral, debe haber claridad sobre cómo el proceso del Marco Común respaldará el reparto más equitativo de la carga entre los acreedores bilaterales oficiales y del sector privado. Ello requiere acordar la metodología de evaluación de la comparabilidad del tratamiento y elegir una tasa de descuento común para calcular la reducción del valor neto actualizado de cada acreedor.
La mesa redonda ha permitido comprender mejor las numerosas cuestiones que deben resolverse para el éxito del tratamiento de la deuda en países como Etiopía, Ghana y Zambia. Sin embargo, es urgente actuar con rapidez, y el Banco Mundial hará todo lo posible para contribuir a una solución para estos países.