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Zona Militar
Tras meses de debatirse respecto de su continuidad, la Fuerza Aérea de EE.UU. ha culminado los estudios y análisis en relación al desarrollo de los aviones de reabastecimiento furtivos NGAS, los cuáles arrojaron como resultado la recomendación de dejar de lado el proyecto.
Particularmente, se trata de uno de los dos programas más importantes actualmente en desarrollo que está a cargo de la institución, siendo el restante el de cazas de sexta generación NGAD, el cual también se enfrenta a un importante escrutinio en función de los elevados costes que ha presentado hasta ahora.
Acorde es reportado, serían justamente estos obstáculos presupuestarios los que tornarían insostenible el desarrollo de ambos programas a buen ritmo, lo que a primera vista hizo necesario que se evalúe la posibilidad de descartar uno para continuar con el otro; el elegido habría sido el mencionado NGAD.
Cabe recordar que ambos proyectos tenían un alto grado de interrelación, considerando que el sistema NGAS estaba planteado inicialmente como el futuro de la flota de reabastecimiento con capacidades furtivas de la Fuerza Aérea de EE.UU., configurándose como un pilar clave para lograr un mayor alcance operativo de los futuros cazas de sexta generación.
Refiriéndose a estas cuestiones, el mayor general Joseph Kunkel, quién funge como director de Diseño de Fuerza, Integración y Juegos de Guerra de la Fuerza Aérea en el Estado Mayor del Aire en el Pentágono, manifestaba: “Hay muchas superficies de ataque que podemos atacar para conseguir un reabastecimiento aéreo con capacidad de supervivencia (…) NGAS puede ser parte de la solución, pero hay otros lugares a lo largo de esta cadena en los que podemos atacar al adversario, y ese es el enfoque.“
Sin embargo, a falta de una confirmación oficial respecto de la decisión que se tomará sobre la continuidad de cada programa (los análisis dados a conocer son una recomendación), la institución podría enfrentarse a un importante desafío para sostener una capacidad de reabastecimiento aéreo actualizada de cara al futuro.

Mientras que a la par que esto ocurría, la institución avanza en la incorporación de los sistemas KC-46 Pegasus de Boeing; ninguno de ellos presenta las características furtivas que el NGAS prometía.
Ahondando brevemente en lo que conocemos del programa NGAS, resulta útil comenzar con que se trata de un programa que dió sus primeros pasos en el año 2006, cuando la Fuerza Aérea estadounidense inició la búsqueda del que sería el sustituto de sus más de 400 plataformas KC-135.
Inicialmente, esto estaba previsto que ocurra en un esquema de tres etapas, con las dos primeras marcadas por la selección del ya mencionado sistema KC-46 Pegasus (con cerca de 320 unidades encargadas), mientras que en la tercera se pensaba en la incorporación de una aeronave de reabastecimiento furtiva; en principio con un programa conocido como KC-Z que luego se convertiría en el NGAS.
La lógica detrás de esto, se hallaba en contar con un medio furtivo capaz de realizar este tipo de misiones en escenarios de alto peligro, dejando a los KC-46 aquellos despliegues que se llevaran a cabo lejos de la mirada del enemigo; se requería por tanto un avión que fuera capaz de eludir las amenazas planteadas por rivales de alto nivel, encareciendo considerablemente su desarrollo en relación a sus antecesores. Por lo pronto, una de las principales alternativas ponderadas por la USAF para solventar esta cuestión se hallaría en el uso de drones, con todos los focos apuntando hacia el sistema MQ-25 Stingray.

Con este enfoque, la fuerza dispondría de una plataforma considerablemente más barata para las tareas de reabastecimiento, como así también con mayores capacidades de supervivencia en relación a los grandes aviones cisterna actuales.
Finalmente, siguiendo la línea de la necesidad de reordenar sus gastos, cabe recordar que la USAF lucha en varios frentes para llevar a buen puerto sus proyectos de cara al futuro.
Pasando revista por algunos de ellos, ha de destacarse el desarrollo e incorporación de sus futuros bombarderos B-21, la renovación de su inventario de ICBM Minuteman III por la variante ICBM Sentinel y el desarrollo de armas hipersónicas.